¿Jatar usaba a funcionario como casero? Así lo denuncian y le reclaman pagos

Con la bandera paraguaya a cuestas, Hugo Rolón Cabrera ingresó hasta la explanada de la Cámara de Diputados en reclamo del pago de su salario de agosto y de un adicional que, afirma, le corresponde por haberse desempeñado como jefe de Despacho del legislador Jatar Fernández.

En la nómina de la Cámara Baja figura hasta julio con un salario presupuestado de G. 3.300.000, aunque cobraba realmente G. 3 millones. La planilla de agosto aún no está disponible en la página de la institución, pero Rolón afirma que lo excluyeron hace 15 días y que ni siquiera cobró lo que corresponde al último mes.

Su medida de fuerza es para cobrar lo que considera que le adeudan con un monto que ronda entre G. 8 y 11 millones, pero lo más llamativo son las actividades que hacía fuera del cuerpo legislativo.

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Denunció que hacía labores particulares para el diputado Jatar Fernández. “Limpiarle su casa, repasar, cocinarle, tirar la cagada de su perro, a veces atenderle a otros animales. Una vez me enfermé, me fui después de uno a dos días, encontré el desastre ahí”, relató como experiencia.

Sin embargo, comentó que marcaba asistencia en el Congreso Nacional y además cumplía con sus funciones de encargado de Despacho recibiendo a personas y firmando documentos.

Empezó a trabajar cuando asumió el legislador en abril del 2023 y desde entonces lo ocupó en tareas que no le corresponden. “Cuando le reclamé por el mes de diciembre más o menos, él me dijo que él me paga mi sueldo y que tengo que hacer todo, o sea que yo soy su empleado privado con ese sueldo”, mencionó.

Entre los reclamos, dijo que hubo una reunión en su domicilio donde empezaron a preguntarle qué trabajos hacía y hace 15 días lo desvincularon. Afirmó que, si bien tiene testigos, duda de que alguien quiera hablar en contra de una persona con poder.

“Quién saldría de testigo en contra de un diputado nacional, que está al lado del presidente de Diputados (Raúl) Latorre, que tiene vínculos con el presidente Santiago Peña, que es amigo de (Pedro) Alliana”, lamentó.

Esta experiencia es similar al caso de los “caseros de oro” que involucró al entonces diputado José María Ibáñez, quien pagaba con salarios del Congreso a sus empleados particulares. Aunque se salvó de la pérdida de investidura, terminó renunciando tras la presión ciudadana.