“Creo que la gente no odia lo suficiente a estos sicarios con credencial de supuestos periodistas. Si los conocieran mejor los odiarían aún mucho más que a los políticos”, sostuvo Milei.
El presidente argentino ha vilipendiado en numerosas ocasiones a los periodistas críticos de su gobierno, a los que acusa de “ensobrados” (corruptos) y los describe como “delincuentes del micrófono”.
En esta ocasión, justificó su furibunda reacción por la cobertura que la prensa brindó a sus dichos respecto al sector agropecuario, al cual le reclamó una pronta liquidación de exportaciones, que reforzaría las reservas del Banco Central para contener presiones cambiarias.

“Había creído que una gran parte del periodismo había llegado a su máxima expresión como basura mentirosa con el tratamiento de la reducción de la pobreza... Me quedé corto. Se han superado diciendo que amenacé al campo”, sostuvo al aludir a los últimos datos oficiales que reportaron que la pobreza se retrotrajo a niveles de 2023 en el segundo semestre de 2024 (38%).
El presidente, que rebajó en enero los impuestos a las exportaciones agropecuarias de forma transitoria hasta el 30 de junio, advirtió la semana pasada que no renovaría la medida, lo que fue interpretado por la prensa y el campo como una presión para forzar la rápida liquidación de exportaciones de este sector pilar de la economía que en 2024 representó ingresos por USD 25.000 millones.
El Gobierno recibió el martes pasado USD 12.000 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI), parte de un préstamo de USD 20.000 millones para reforzar sus reservas que pasaron a USD 36.000 millones. En el marco del acuerdo, Milei levantó restricciones a la compra de divisas que regían desde hace seis años. El Gobierno necesita holgadas reservas para cumplir su objetivo de que la divisa cotice cerca del piso de la banda para contener la inflación, base del apoyo social que aún conserva y principal capital político para las elecciones legislativas que se celebrarán el 26 de octubre. AFP