El artículo 1 del Código Electoral Paraguayo explica que “el sufragio es un derecho, deber y función pública que habilita al elector a participar en la constitución de las autoridades electivas y en los referendos...”.
Hoy estamos nuevamente a una semana de un momento decisivo para el país, por las elecciones generales que se avecinan, pero esta vez parece que hay más confusión que esperanza. La elección del próximo presidente parece que la vamos a sostener de nuevo bajo la premisa de: “Elegir al menos peor”.
Justamente por eso empecé a consultar a mis allegados y gente con quien trabajo si van a participar de las elecciones y por qué creen que es importante votar.
Una de las respuestas fue que participar de esto es una obligación y que, además, “si vamos a votar, tenemos la posibilidad de reclamarles después a las autoridades de turno acerca de cualquier anormalidad o injusticia, ya que le confiaste a esa persona ese voto”. Esto nos da la capacidad de exigirles a los gobernantes que hagan sus trabajos como corresponde.
Entonces, creo oportuno decir que: Si no vas a votar, otros pocos van a decidir por vos.
Un grupo político decía que no podemos dar por hecho la democracia. “El derecho a votar es una de nuestras libertades más importantes como individuos. Garantiza que tenemos voz y que nuestras voces se escuchan. Debemos defender la idea de la democracia y una de las mejores maneras de hacerlo es votando en las elecciones”.
Además, al ejercer tu voto, estás participando en las grandes decisiones políticas del país, entonces, tu voto es muy importante.
Una organización en España lanzó una campaña que dice: Si no votas, no podrás participar en cómo se maneja el país. Sin voto no tienes voz.
Estudios confirman que a muchos de los votantes les interesa poco o nada la política. Es que el índice de corrupción creció y el índice de confianza en los políticos bajó considerablemente.
Justamente, “la corrupción puede generar consecuencias devastadoras para la legitimidad de sistemas democráticos y la confianza pública en las instituciones”. A la par, “la corrupción destruye la confianza, debilita la democracia y dificulta el desarrollo económico. Asimismo, indica que agrava la inequidad, la pobreza, la desigualdad social y la crisis ambiental”, dice el libro Enfoques y Consecuencias de la Corrupción.
Y sí, no me miento ni a mí misma al creer que al votar estamos eligiendo a la mejor opción que necesitamos. Lastimosamente muchos políticos ya están metidos en esa corrupción.
Tampoco puedo sostener que las elecciones se van a hacer todo de manera transparente porque lastimosamente todavía hay gente que va a vender su voto por un G. 50.000 o G. 100.000. O van a chantajear con un cargo político, un cupo en la función pública o alguna otra promesa.
Es que no todos quieren que la próxima autoridad que vayamos a elegir sea una persona apta para responder a las necesidades de los ciudadanos, a algunos solo les interesa que alguien los beneficie.
Pero como cada vez la sociedad de está cansada, creo que hay esperanza de elegir al más capacitado o que sea más apto para algún cargo.