El pedido fue hecho por el presidente del JEM, Enrique Bacchetta, tras conocerse que el Ministerio Público demoró casi dos semanas en divulgar sobre los supuestos vínculos de Hugo Volpe y el ex fiscal Armando Cantero en hechos de corrupción.
El oficio, enviado al fiscal de Asuntos Internacionales, Manuel Doldán, solicita un informe pormenorizado y los antecedentes que guardan relación con el informe recibido el pasado 7 de enero de parte de la Fiscalía brasileña, pero cuya notificación recién se dio a conocer este lunes, 12 días después.
Este martes también se solicitó a la fiscala Alicia Sapriza, de la Unidad Penal Especializada en la Lucha Contra el Crimen Organizado, informar al JEM sobre si estuvo a su cargo la investigación de los hechos que guardan relación con los documentos remitidos desde Brasil.
Nota relacionada: JEM pide informes a Sandra Quiñónez y a Alicia Sapriza
Lo poco que se conoce hasta ahora de los documentos recibidos es que contienen más de 3.000 páginas y no representan ninguna denuncia, imputación ni acusación, según explicó el fiscal Doldán.
El informe señala que, supuestamente, Volpe aceptó coima cuando era fiscal y se encontraba investigando a Sergio de Arruda Quintiliano Neto, alias Minotauro, sindicado como capo narco y líder del Primer Comando Capital (PCC).
Volpe renunció a su cargo este lunes luego de la fuga de 76 reclusos de la Penitenciaría Regional de Pedro Juan Caballero. Horas más tarde, la fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez, ordenó la apertura de una investigación penal contra Volpe y Cantero, quien fue apartado de su cargo.
También puede leer: Fiscales brasileños transmitieron preocupación en caso de Volpe y Cantero
El ex fiscal se defendió diciendo que nunca se involucró en hechos ilícitos y aclaró que un abogado de Minotauro fue hasta su oficina cuando él no se encontraba y dejó un bolígrafo costoso en su escritorio.
Dijo que su único error fue ver dicha situación como “algo no tan grave” y no haber denunciado este hecho. Por su parte, Doldán consideró que la lapicera representa un acto procesal “absolutamente irrelevante”.