La denuncia fue rechazada y archivada por el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) por no haberse probado conductas de mal desempeño de sus funciones.
El fiscal Lucrecio Cabrera, de la Unidad Nº 2 de la ciudad de Curuguaty, Departamento de Canindeyú, fue denunciado por un sector indígena de Jejyty Mirĩ, liderado por el cacique Ramón Benítez, por supuestamente haber propiciado que colonos brasileños incendiaran varias viviendas.
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El agente dijo que en todo momento obró conforme a la ley y que ahora se hizo justicia, lo que le posibilita limpiar su imagen. Aclaró, además, que en el caso de la quema se había abierto una carpeta de investigación y existía ya un imputado, informó el corresponsal Elías Cabral.
El hecho se registró el pasado 7 de diciembre cuando familias indígenas de la comunidad Jejyty Mirĩ, del distrito de Ybyrarobaná, Departamento de Canindeyú, fueron desalojadas de sus viviendas por orden del fiscal Lucrecio Cabrera.
Posteriormente, 18 casas precarias fueron quemadas y los pobladores acusaron al fiscal de que esa acción fue realizada para favorecer a los colonos, pero esto fue negado por el fiscal, quien dijo que los indígenas debían mudarse a otro inmueble de 15 hectáreas por disposición del juez civil.
No obstante, Ramón Benítez insistió en que el fiscal persigue frecuentemente a los nativos. Detalló además que la propiedad está ocupada por las familias indígenas desde el 2006 y que las tierras –compradas por el Instituto Paraguayo del Indígena (INDI)– cuentan con los planos y todos los documentos.
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Ante la falta de respuesta, en diciembre pasado, 15 familias se instalaron en la Plaza de Armas de Asunción para exigir una solución.
En junio, líderes de la comunidad tomaron la decisión de encadenarse en la plaza como medida de protesta.
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