El citado era asesor de la Cancillería cuando se firmó el polémico acuerdo, que limitaba el derecho de Paraguay a acceder a la energía excedente que le corresponde de la binacional.
“No firmé nada y solo fui asesor. Presenté mis criterios, algunos (de los negociadores) escucharon, otros no, como es lógico. No firmé el acta bilateral”, aseguró luego de haber declarado en el Ministerio Público.
Según Jiménez, cuando llegó la propuesta brasileña para ampliar la contratación de potencia a cuatro años, él recomendó al canciller paraguayo que no se podía determinar con claridad las necesidades de potencia dentro de ese lapso, “razón por la cual deberíamos, a mi juicio, limitar al año 2019 esa contratación”, destacó.
Agregó que el famoso punto 6 surgió recién la noche previa a la firma del acta, y que no se enteró sobre el mismo con anticipación.