En las últimas horas, J.K. Rowling ha intercambiado varios mensajes con usuarios de Twitter, red social que acostumbra a usar para comunicarse con sus lectores, en la que ha afirmado que la cafetería The Elephant House, ubicada en el centro de Edimburgo, no fue el lugar de origen de Harry Potter, como defiende el negocio, sino que cuando lo visitó ya llevaba “varios años” trabajando en la novela.
“Estaba pensando en poner una sección en mi página web sobre todas las supuestas inspiraciones y lugares del nacimiento de Potter. Estuve escribiendo Potter durante varios años antes de poner un pie en este café, así que no es el lugar de nacimiento, pero ‘escribí’ allí, ¡así que lo dejaremos ir!”, dijo la autora en respuesta a la pregunta de un usuario.
“Si uno define el lugar de nacimiento de Harry Potter como el momento en que tuve la idea inicial, entonces fue en un tren entre Manchester y Londres”, tuiteó Rowling.
Esta conversación animó a otros fans de Potter a preguntarle sobre la veracidad de varias localizaciones y confesó no solo que la escuela de Hogwarts no está inspirada en algunas instituciones de la capital escocesa que se atribuyen el mérito, sino también que la librería Lello, en Oporto (Portugal), fuese la idea sobre la que construyó la biblioteca del colegio de magos.
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“A veces escucho que Hogwarts se basó en una u otra escuela de Edimburgo, pero eso también es 100% falso. ¡Hogwarts fue creado mucho antes de que viera cualquiera de ellas!”, señaló la escritora escocesa, que destacó que sí terminó de escribir el libro séptimo Harry Potter y las reliquias de la muerte en el hotel Balmoral de la ciudad.
“Por ejemplo, nunca visité esta librería en Oporto. ¡Ni siquiera sabía de su existencia! Es preciosa y me gustaría haberla visitado, ¡pero no tiene nada que ver con Hogwarts!”, escribió junto a una foto de Lello, un impresionante recinto de estilo neogótico de 114 años de antigüedad.
Sin embargo, para los “decepcionados” con esta noticia, como los calificó Rowling, contó que sí estuvo trabajando en The Majestic Cafe de Oporto, donde la autora vivió unos dos años mientras enseñaba inglés a principios de los 90.
Rowling, que pasó un buen rato hablando de todos “los sinsentidos” sobre las inspiraciones de sus libros, destacó que su favorito es el que asegura que usó un parquímetro ubicado en Edimburgo mientras escribía Las reliquias de la muerte.
“No sé conducir”, fue su respuesta.
Rowling bromeó sobre el hecho de que múltiples negocios, entre cafeterías, librerías, hoteles y restaurantes de todo el mundo, aseguren que pasó por allí durante el proceso de creación de alguna de sus novelas, con una foto de un letrero de un café de Edimburgo que asegura que la autora “nunca escribió” allí.
“Vi ese letrero cuando estuve allí hace un par de años y me hizo reír. Estoy pensando en ir y escribir allí algún día para que tengan que corregirlo: '...excepto esa vez’”, ironizó.