La propuesta radial ofrece a los oyentes un poco de historia para explicar y dar a entender qué pasa en el país, por qué se dan ciertos factores en la sociedad, acompañando la velada con música tradicional paraguaya.
De los libros a la radio
El programa líder de las noches de la AM busca enfrentar la oscuridad y la injusticia a través del silbido, el cual es un símbolo de protesta y lucha contra la represión y la falta de verdad en el país.
“Es una antigua expresión inglesa (Whistling in the dark) que se utiliza para denotar una reacción ante el silencio, una posibilidad de vencer el miedo ante la oscuridad, de manifestarse, de decir aquí estamos”, manifestó Rubiani.
Silbando en la oscuridad surge de la necesidad de hablar sobre temas históricos y culturales en un contexto nocturno y aunque la interacción del oyente al aire es limitada, la respuesta en redes sociales indica que la gente está interesada en escuchar a fondo las interesantes y enriquecedoras explicaciones del comunicador.
Rubiani lleva casi tres décadas detrás del micrófono y la radio. Se inició en el año 1996 con el programa Asunción, su historia y su gente, continuó con otros tres espacios hasta llegar al que hoy conduce. Cabe mencionar que Silbando en la oscuridad también lo utilizó para nombrar uno de sus libros en el que recopiló varios de sus artículos periodísticos.
“Usé ese nombre porque me parece el más apropiado para lo que digo, por la hora, para tener interlocutores que se interesen en ese tipo de temas que son en general los de historia, los de política, pero no es un relato de la novedad que circuló en el día, eso dejo para la gente que hace periodismo diario”, precisó.
Reivindicar a músicos
La propuesta radial promueve la valoración de la música y la cultura nacional, especialmente de artistas exiliados como José Asunción Flores, Emilio Biggi, Epifanio Méndez, entre otros.
“Nosotros aportamos en el programa una expresión musical nativa tradicional y le apoyamos con una serie de informaciones sobre los autores, sobre el momento que inspiró esa composición, sobre el ejecutante y ahí también entra lo histórico”, refirió.
Indicó además que no siente un “favoritismo”, sobre los cantantes exiliados, sino que este es el momento de recuperar el tiempo que se les robó y apreciar el talento guaraní. “Nos privaron de escuchar a estos compatriotas durante mucho tiempo y ahora es el tiempo del retorno, ahora es el tiempo de que los escuchemos, a ver qué tenían para decirnos y a ver por qué no nos dejaron escucharlos durante tanto tiempo, porque ni siquiera son composiciones testimoniales, sino simplemente expresiones románticas de gente que fue prohibida”, señaló.
Rubiani manifestó que el mensaje que se quiere dejar a los oyentes es que se deben enfrentar a sus propias limitaciones y no solo culpar a las autoridades por los problemas que enfrentamos.
“El mensaje que me atrevo a dar muchas veces es que no somos solamente consecuencia de nuestros malos gobiernos o de nuestras malas autoridades, somos consecuencia de nuestras propias cobardías, de nuestras propias limitaciones, de dejar que las cosas simplemente transcurran o de dejar que las cosas representen solamente un motivo laboral. ¿Estoy aquí haciendo periodismo porque tengo que ganarme la vida?, ¡no!, estamos aquí porque tenemos una responsabilidad”, enfatizó.
Y ante la importante labor del multifácetico Rubiani, la frase de la dramaturga, directora, autora y productora estadounidense Hallie Flanagan, encaja a la perfección: “El poder de la radio no es que le hable a millones, sino que le habla de forma íntima y privada a cada uno de esos millones”.