Una familia cumplió el deseo de un joven de 25 años declarado con muerte encefálica tras un accidente vial: donar sus órganos para brindar una segunda oportunidad a otras personas que necesitan un trasplante de órganos.
Se trata del primer proceso de ablación que se concretó en el Hospital de Especialidades Quirúrgicas del Instituto de Previsión Social (IPS) Ingavi, que trabajó en conjunto con un equipo del Instituto de Ablación y Trasplante (INAT).
Los beneficiados con el acto altruista son un asegurado del IPS y un paciente de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), quienes necesitan de trasplantes renales.
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Las córneas fueron enviadas a la Fundación Oca del Valle y los tejidos óseos al banco del Centro Nacional de Quemaduras y Cirugías Reconstructivas (Cenquer).
Desde el Ministerio de Salud informaron que la familia del donante recibió contención sicológica y recordó que donar órganos significa salvar o mejorar vidas.
Asimismo, derribó algunos mitos sobre la donación con el objetivo de vencer las barreas culturales que existen en torno al proceso.
La donación se realiza cuando ya no exista ninguna posibilidad de vida, así como tampoco se desfigura el cuerpo del paciente.