Para felicidad de la familia, el paciente Cayo Ramón Franco salió de alta ayer del Hospital Respiratorio Integrado del Instituto de Previsión Social (IPS), después de estar más de un mes internado. Paralelamente, Cristian Vera Román firmaba el acta de renuncia al premio en la escribanía Capos Ortiz, de Hernandarias.
Con el sorteo, la familia logró recaudar más de 115 millones, con 4.615 boletas vendidas, cuyo monto permitirá cancelar la millonaria deuda por seis días de internación en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) en un hospital privado. La deuda es de G. 110 millones.
El joven de Minga Guazú afirmó que había adquirido dos adhesiones para colaborar con la familia, ya que sabía de las necesidades que se tienen cuando hay un familiar hospitalizado, ya que su cuñado había sido dado de alta recientemente.
ALTRUISMO. “No se me pasó por la mente (ganar). Cuando se estaba sorteando ni enterado estaba. Estaba durmiendo, no estaba pendiente. Me comentaron que se estaba haciendo el sorteo en vivo. Corté la llamada y revisé para saber si es cierto”, reveló.

Vera Román vive con su padre, ya que había perdido no hace mucho tiempo a su madre. Es el menor de 4 hermanos y el único soltero, pero con novia, según comentó.
“Yo sé que esa gente por necesidad está sorteando, por los gastos. No me voy a quedar tranquilo para aceptar ese premio, por eso decidí devolver. Al instante le dije que iba a devolver, sin pensar. Eso lo que me dice el corazón”, agregó ayer.
Vera había adquirido dos boletas de Catalino Franco, hermano del paciente, quien había vendido varias de ellas a los funcionarios de la empresa donde trabaja, ubicada a pocas cuadras de la vivienda de la familia Franco, del barrio Santa Teresa, de Hernandarias. El automóvil es una de la marca Kia, modelo Río, año 2010 que la familia Franco Gómez había adquirido hace un año.
La boleta ganadora es la Nº 13.224 que fue corroborada por la escribana Ana Campos, quien certificó el sorteo en un acta como depositaria de la fe pública. La escribana sostuvo que el afortunado tenía 15 días de tiempo para retirar el premio y se encargaría de realizar también la transferencia del rodado al nuevo propietario, pero eso ya no fue necesario.
DEUDA. Lourdes Gómez, docente, esposa de Cayo Ramón Franco, paciente, había anunciado que resolvieron en la familia realizar un sorteo para tener más ingresos, ya que vendiendo el vehículo solo podrían cubrir el gasto de un día de internación en terapia intensiva.
Fue al segundo día de haber trasladado a su marido a un sanatorio privado, donde estuvo durante 6 días internado y tuvo un gasto de G. 110 millones, antes de ser trasladado nuevamente al Hospital Respiratorio Integrado del Instituto de Previsión Social, por una orden judicial. Franco permaneció 23 días en UTI y estuvo desde hace más de un mes hospitalizado.
La familia había recurrido a la Defensoría Pública y a través de un amparo logró que la jueza Alba Meza ordenara al IPS a proveerle de cama de UTI al asegurado.
Ahora, la batalla judicial se trasladó a la Cámara de Apelaciones, ya que la familia pide que el IPS se responsabilice de los gastos hospitalarios en el privado de su asegurado, del que se desentendieron hasta la fecha los responsables. Mientras sigue el proceso judicial, la familia se concentrará en la recuperación de Cayo Franco.
No me voy a quedar tranquilo para aceptar ese premio, por eso decidí devolver. Al instante le dije que iba a devolver, sin pensar. Cristian Vera, ganador del sorteo.