“La verdad que ha sido una oportunidad maravillosa para mi carrera, única, realmente. Es un sueño hecho realidad. Estoy consciente de que el proceso de selección para las pasantías en Microsoft es extremadamente competitivo, por lo cual me llena de orgullo poder traer la bandera paraguaya a esta empresa y dejar al país bien en alto”, dijo Vicezar.
Oriunda de Asunción, Diana cree que no estaría terminando su pasantía si no hubiese accedido a una beca. “Viniendo de una familia de escasos recursos, estudiar una carrera y trabajar en una empresa tan grande parecía imposible”, resaltó. La joven obtuvo una beca de la Embajada de los Estados Unidos, pudo estudiar inglés y aplicar a universidades de los Estados Unidos.
Cada día de los últimos tres meses de pasantía, la joven –que viajó a Norteamérica en 2021– aprendió algo nuevo de su profesión, de la industria, de los productos de Microsoft, y de los grandes profesionales que trabajan en la compañía. “Tengo que ser sincera, que la experiencia también fue desafiante, pero, gracias al apoyo de mi equipo, logré superar todos los desafíos y completar mi proyecto de manera exitosa”.
A futuro, su proyecto tendrá un gran impacto en uno de los productos de la empresa y será utilizado por miles de clientes alrededor del mundo. “Por confidencialidad, esa es toda la información que puedo brindar sobre mi trabajo/proyecto dentro de la empresa”.
La tecnología le pareció muy interesante desde los 9 años, fue por esa razón que decidió estudiar Informática en el colegio. Fue allí que descubrió el impacto que tiene el uso de la tecnología en la sociedad y aprendió a crear proyectos y productos enfocados en solucionar problemas de su comunidad.
En el colegio tuvo la oportunidad de crear sus primeros proyectos tecnológicos, participar en ferias científicas e incluso obtener una acreditación para representar a Paraguay en el ESI AMLAT 2018 en Chile. Por falta de recursos económicos, su equipo no pudo viajar, pero ser reconocidos por su trabajo fue definitivamente un factor importante en su decisión de seguir formándose en esta área.
Al principio –dijo– no se veía estudiando nada relacionado con la tecnología en la universidad. Esto se debió principalmente a los constantes comentarios que escuchaba sobre la cantidad de mujeres que estudian Ingeniería o Informática, además del rango de dificultad de estas carreras. Después de trabajar en proyectos independientes, finalmente Diana decidió seguir la carrera de Ciencias Cognitivas con énfasis en Ciencias de la Computación y una especialización en Ciencias de Datos.
‘‘Lo que me impulsa a seguir formándome en el mundo de la tecnología es el deseo de en el futuro poder poner en práctica toda mi experiencia en proyectos tecnológicos que puedan solucionar problemas en comunidades vulnerables tanto nacional como internacionalmente”.
UNA INSPIRACIÓN
Con su historia, a Diana le encantaría poder inspirar a otros jóvenes paraguayos, especialmente a las mujeres y a aquellos de escasos recursos decirles que sí se puede llegar a estas empresas, que sí se puede llegar a la industria de la tecnología. ‘‘Me gustaría que mi experiencia sirva como ejemplo de la importancia de hacer que las oportunidades sean más accesibles para jóvenes que enfrentan desafíos socioeconómicos’’.
Para aquellos jóvenes compatriotas que quieren aplicar a una beca y tienen miedo a la adaptación y comenzar de cero, Vicezar les aconsejó que todo lo que realmente vale la pena y/o tiene un impacto en nuestras vidas siempre será difícil de alcanzar. “Aplicá a esa beca, lo peor que puede pasar es que te digan que no, pero eso solo debe servir como motivación para que sigas intentando y ganes más experiencia en el proceso de aplicación’’.