El fiscal Juan Carlos Ruiz Díaz –de oficio– dio la orden para detener a Insfrán, cuando se le comunicó que este atropelló varios conos y se opuso a demostrar el motivo de circulación, teniendo en cuenta que con las restricciones a causa de la propagación del Covid solo algunas personas están exceptuadas.
“Estos tipos están abusando de su poder... Quiero irme a comprar comida, ¿podés entender eso?”, decía el joven, luego de atropellar la barrera, según se ve en un video.
En medio de gritos a efectivos policiales y militares, pedía que le dejen pasar para ir a hacer una compra.
Además, se jactó de tener contactos con el Ministerio Público. “Si no me dejás ir ahora mismo, le voy a traer hasta a la fiscala general... ¿por qué me atajaste a mí y al resto que pasó, no?”, dijo Insfrán.
Lo llamativo, además, es que el hombre estaba en compañía de un ciudadano brasileño, quien habría ingresado al país de manera ilegal, según los policías.
El hombre llamó a un amigo a quien pidió que se acerque al lugar para ayudarle. Este otro joven, al llegar, aseguró ser funcionario fiscal, sin embargo, luego se retractó y dijo ser funcionario de un juez, según detallaron en un medio nacional.
ACLARACIÓN. En vista de que el “amigo de la Fiscalía”, como lo mencionó Insfrán, llegó en una camioneta que aseguraron que pertenecía al Poder Judicial, dicha institución a través de un comunicado aclaró ayer que el vehículo no es propiedad del Palacio.
Indicaron además que “se arbitrarán las medidas del caso para la pronta aclaración del hecho”.
Por parte de la ciudadanía, el hecho recibió varios cuestionamientos al comportamiento del hombre y, además, al actuar lento de la Policía.
Una de las opiniones las daba la diputada Celeste Amarilla, quien aseveró que el hombre realizó tráfico de influencias y uso indebido de bien del Estado.
También la abogada Diana Vargas sostuvo que con la misma agilidad debería procesar a los uniformados y poderosos.
Este muchacho, ejemplo de prepotencia en una República donde las leyes no rigen para todos, ante una Policía sin legitimidad.
Diana Vargas,
representante de DDHH.