Los jóvenes se reunieron en el Seminario Mayor San José desde tempranas horas y a las 17:00 iniciaron la peregrinación hasta la Basílica de Caacupé con la Cruz Peregrina, donde leyeron el manifiesto en el que citaron las principales problemáticas sociales del país, entre ellas la escasez de empleo para los jóvenes, la falta de justicia en cuanto a los procedimientos de selección en los concursos públicos y la carencia de atención integral a la salud mental.
Criticaron el nepotismo que existe en el Gobierno, la corrupción, las desigualdades y la narcopolítica. “Nos duele el nepotismo y la corrupción que se ha vuelto un discurso repetido. Muchos jóvenes estamos estudiando o terminamos ya una carrera, pero no accedemos a puestos de trabajo, porque los que hay son ocupados por los ‘hijos de...’”, sin desmeritar su capacidad intelectual”.
Lamentaron que los parlamentarios solo piensen en sus intereses. “Tenemos un Congreso que da lástima, con muy bajo nivel de conversación, poca capacidad de diálogo, y sobre todo nula intención de la mayoría para velar por el bienestar de sus compatriotas, lo que vemos desde aquí, es que, sí… ellos sí ya están mejor”.
Tamara Lugo, de la Diócesis de San Pedro Apóstol, comentó que incluyeron en el manifiesto la importancia del tratamiento de la salud mental debido al aumento de casos de jóvenes con depresión.
“La poca atención que se da a la integridad mental de los jóvenes, hay un montón de personas con ansiedad, con depresión. Hay muchos jóvenes heridos, pero a pesar de todo, ellos están haciendo todo lo que pueden en medio de sus actividades y luchas internas”, enfatizó.
LOS QUE ESTÁN MEJOR. Los beneficios que tienen las autoridades son calificados de indignantes. “Los privilegios están ahí, en las jubilaciones vips, en los viajes vips, en los combustibles vips, en los seguros vips, en los salarios y los aumentos vips para algunos que ni siquiera trabajan, y mientras tanto se dan rodeos”.
En otro punto, lamentaron que existan pocas escuelas en el interior del país, mala infraestructura de muchas instituciones y falta de merienda escolar para muchos niños.
Destacaron que la esperanza del país está en los “jóvenes que se levantan a las cuatro de la mañana para llegar al trabajo a las siete, salir a las cinco, estudiar a las seis y dormir a las doce de la noche”. Instan a la población juvenil que “no dejen de luchar, no dejen de soñar, no busquen opciones fáciles, no opten por los vicios”.
CRITICAN A LA IGLESIA. Los diferentes tipos de abusos que existen en los entornos del servicio pastoral, que generalmente están encubiertos para proteger la institución, también fue blanco de críticas.
“¡No podemos aceptar eso! Escuchen cuando se denuncia un acoso o abuso en la Iglesia, escuchen y crean a las posibles víctimas, no es fácil hablar, y menos cuando no te creen o te señalan como alguien que está haciendo mal a la Iglesia, y no como víctima”, expresa el manifiesto y acota la necesidad de que ningún acosador salga impune.
Las necesidades de los compatriotas, en especial de los que viven en el Chaco, fue parte de la preocupación de los jóvenes.
Criticaron que la sociedad se vuelve indiferente ante estas problemáticas.
“Nos alardeamos de tener garra guaraní, pero cuando falta agua en el Chaco, cuando mueren personas por no tener caminos para llegar a un hospital, cuando quedan varadas horas y días en el barro, cuando hay incendios, cuando nuestros indígenas son explotados por los estancieros, ¿dónde está nuestra garra guaraní para defenderlos?”.