El documento recoge la percepción sobre la situación social, económica, política y cultural de 542 jóvenes de entre 15 y 29 años, procedentes de más de 50 comunidades de todo el país y de 14 pueblos diferentes.
Una de sus principales preocupaciones es la educación y, en concreto, la entrada a la universidad, ya que el 51% de los encuestados considera que no es accesible el ingreso a la educación superior, por razones como la distancia o la lengua.
De hecho, solo el 5% de los jóvenes que participó en la encuesta aseguró haber cursado un ciclo superior, ya sea carrera o formación técnica.
A eso se suma el coste que implica y la falta de becas y subsidios de los que la población joven e indígena se ve privada, según muestran las respuestas en este informe.

El 87% de esos 542 jóvenes no recibe ningún tipo de ayuda económica para estudiar, en cualquiera de los ciclos del sistema educativo, mientras que solo un 5,5% contaba con ayuda financiera.
La investigadora principal del proyecto, Anahí Vera, explicó a Efe que existen numerosas políticas dirigidas a la población indígena, pero enfocadas de manera mayoritaria a la primera infancia.
“Hay muchísimas necesidades en las comunidades indígenas, desde la juventud, que todavía tienen que ser suplidas en cuanto a educación, sobre todo en lo que es permanencia y culminación de los estudios, con un enfoque pertinente hacia la cultura y a la identidad indígena”, apuntó Vera.
De ahí que muchos se vean obligados a incorporarse al mercado laboral antes de cumplir la mayoría de edad, en concreto, entre los 14 y los 16 años.
Los jóvenes indígenas se inician en trabajos agrícolas, cocina o lavado de ropas y se perpetúa una división sexual del trabajo en estas actividades.
Además, tanto ellas como ellos coincidieron en que existe una discriminación por ser indígenas, y el 52% sostiene que cobran menos que la población no indígena por realizar el mismo trabajo.
En cuanto a sanidad, casi el 50% respondió que goza de buena salud, si bien citaron como enfermedades frecuentes la gripe, la tos y la diarrea.
Aunque más del 90% dijo acudir al centro de salud o al hospital en caso de dolencias, los encuestados destacaron que esperan demasiadas horas para ser atendidos, no hablan su idioma o se sienten discriminados en la consulta.
En lo referente a los aspectos políticos, la juventud indígena reclama más participación tanto en sus comunidades como en las instituciones.
“Este sector de juventud está todavía bastante invisibilizado. Ellos reclaman tener un poco más de voz en las instituciones, pero también internamente, en las comunidades, para que los líderes y las lideresas les puedan dar un poco más de oído a sus reclamos”, señaló la investigadora.
El estudio, presentado en la Biblioteca del Congreso, concluye que el 34,7% de los jóvenes indígenas que participaron en este estudio ven muy difícil salir adelante y solo un 5,4% considera que existe un buen futuro.