Unos 45 jóvenes que conforman la orquesta viven cerca de vertederos en Paraguay y estaban en “riesgo de exclusión”, pero encontraron en la música y en el reciclaje un refugio, contó a la agencia EFE el director de la orquesta, Favio Chávez.
Lo que las personas observan como basura, ellos lo ven como una parte útil para crear instrumentos que acerquen a otros chicos a “soñar”, añadió.
“En mi comunidad hay vertederos y como soy integrante de esta orquesta, cualquier lata que veo sé que me sirve para inventar un instrumento. Ya tengo eso dentro del corazón”, comentó a EFE Matías Rojas, de 19 años, que toca el arpa.
Por primera vez, estos jóvenes paraguayos darán una serie de conciertos en Bolivia con sus peculiares instrumentos hechos de madera, latas, tapas, tuberías, cucharas y baldes que recogieron de un vertedero en Asunción para darle una “segunda oportunidad”, convirtiéndolos en violines, contrabajos y baterías.
“La música cambia a las personas. La música les aporta muchos valores que tal vez en su entorno no lo tienen, como la responsabilidad, sensibilidad, compromiso y tolerancia que se desarrollan cuando se hace música en conjunto y ese cambio, aunque sea paulatino, se termina notando en las personas”, manifestó Chávez.
Por su parte, la embajadora de Paraguay en Bolivia, Terumi Matsuo de Claverol, destacó a EFE la importancia de mostrar a los más jóvenes que “con un poco de ingenio” se puede lograr grandes cosas y que además, se contribuye en el cuidado del medioambiente.
La experiencia
Los jóvenes músicos mostraron sus instrumentos a los estudiantes de la Unidad Educativa Copacabana en un taller en La Paz, para que vean que sí es posible convertir la basura en arte y en sonidos, por lo que les animaron a aprender y crear sus propios aparatos.
“Me ha sorprendido. Es la primera vez en toda mi vida que he visto instrumentos con material reciclado. Es muy bonito, ha sido una buena experiencia”, señaló a EFE el estudiante boliviano Jhosue Poma.
Los estudiantes tomaron maderas recicladas, latas, tapas de botellas, baldes en desuso como materia prima para sus creaciones que han sido guiadas por todo el equipo, en especial por William López, quien es uno de los encargados de fabricar los cientos de instrumentos para la orquesta.
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Los jóvenes de ambos países transformaron baldes y tapas en panderetas, utilizaron madera reciclada y radiografías viejas para hacer tambores, le dieron forma a la madera pallet para crear un violín e, incluso, se animaron a hacer parte de un violoncello.
Luego de dar rienda suelta a la imaginación, pusieron a prueba los nuevos instrumentos compartiendo un momento de música.
“Ahora se han dado cuenta de que se pueden hacer gigantescas cosas con lo que tenían en la mano”, manifestó López.
Concierto en un vertedero
Como parte de sus actividades, la orquesta también brindó un concierto en el vertedero municipal Saka Churu en La Paz, Bolivia, en el que participaron los trabajadores que recogen los residuos, que además de disfrutar la música, pudieron ser parte del recital en algún momento.
Todos quedaron asombrados al ver los instrumentos y escuchar canciones modernas y de la tradición paraguaya que, incluso, los motivó a bailar.
Bolivia es el país número 51 que visita esta peculiar orquesta paraguaya, que destacó que se dé un concierto en un vertedero, algo inédito en el país.