El juicio contra el hondureño se inició el 20 de febrero en una corte federal del Distrito Sur de Nueva York, dos años después de que EEUU lo solicitó en extradición.
También conocido por sus iniciales JOH, Hernández, natural de Río Grande, departamento de Lempira, en el oeste de Honduras, donde nació el 28 de octubre de 1.968, tuvo una vertiginosa carrera política iniciada en el Parlamento de su país en 1.997, cuando salió electo como diputado por el conservador Partido Nacional.
En el campo profesional, fue licenciado en 1.990 en Ciencias Jurídicas y Sociales por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH); en 1.991 fue becado del programa Mashav de Israel y en 1.995 realizó una maestría en Administración Pública por la Universidad Estatal de Nueva York, formación que amplió en España.
Desde finales de los años 80 del siglo pasado fue escribiente en el Juzgado de Francisco Morazán y entre 1.990 y 2.002 ejerció la abogacía y fue profesor de Derecho Constitucional en la UNAH.
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En el Parlamento también fue secretario y en el período 2.010-2.014 presidió ese poder, sustituyendo a su correligionario Porfirio Lobo, también salpicado en EEUU por narcotráfico.
Narcotráfico
Su carrera política fue marcada tanto por logros como por controversias, incluyendo acusaciones de corrupción y vínculos con el narcotráfico, lo que él siempre negó.
En noviembre de 2.013 fue elegido presidente de su país, asumiendo el cargo en enero de 2.014. Durante su presidencia se enfocó en temas de seguridad nacional impulsando políticas para combatir las altas tasas de criminalidad y violencia que plagaron a Honduras.
A pesar de algunos éxitos en la reducción de la tasa de homicidios, sus métodos y la militarización de la policía fueron objeto de críticas por parte de organizaciones de derechos humanos.
Su regreso al poder en 2.017 fue especialmente controvertido. La Constitución de Honduras prohíbe la reelección presidencial bajo cualquier modalidad, pero una decisión del Supremo en 2.015, percibida ampliamente como influencia de los aliados políticos de Hernández, abrió el camino para que buscara un segundo mandato.
Además, su reelección estuvo marcada por acusaciones de fraude, narcotráfico y protestas masivas, y generó una grave crisis política en el país que además dejó decenas de muertos, centenares de heridos y detenidos, y daños materiales por las protestas violentas.
El 16 de diciembre de 2017, un día antes de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) lo declarara presidente electo, Hernández perdió a una hermana, Hilda Hernández, su ex ministra asesora de Estrategia y Comunicaciones, fallecida con otras cinco personas en un accidente de helicóptero, lo que supuestamente habría sido un atentado de narcotraficantes, según versiones extraoficiales.
Juan Orlando Hernández está casado con Ana García, con quien tuvo cuatro hijos.
Acusaciones
Más allá de los desafíos políticos internos, Hernández enfrentó acusaciones significativas en el extranjero. En 2021 fue acusado en Estados Unidos de participar en una “empresa criminal violenta de narcotráfico” que supuestamente introdujo grandes cantidades de cocaína en ese país.
Estas acusaciones mancharon seriamente su legado y pintaron la imagen de un líder cuya administración estuvo supuestamente involucrada en actividades criminales a gran escala.
El 15 de febrero de 2022, a 19 días de haber cesado como presidente, Hernández fue capturado en su residencia y el 21 de abril entregado en extradición a EEUU, acusado por narcotráfico.
Tras varios retrasos, el pasado 20 de febrero comenzó su juicio. En el banquillo lo acompañaron Juan Carlos El Tigre Bonilla, ex jefe de la Policía de Honduras, y Mauricio Hernández, ex policía y primo del ex presidente, quienes se declararon culpables de narcotráfico, a diferencia de él.
Juicio
Durante la audiencia preliminar al juicio, realizada el 18 de enero de 2024, se mencionó la participación de dos testigos anónimos cuyas identidades se mantuvieron en secreto.
Estos testigos afirmaron la implicación de Hernández y su hermano, Juan Antonio Tony Hernández, en el asesinato en 2019 de Neri Orlando López Sanabria, conocido como Magdaleno Meza, dentro de la cárcel de máxima seguridad El Pozo, en llama, Santa Bárbara. Su hermano Tony fue condenado a cadena perpetua más 30 años por narcotráfico en Estados Unidos, en marzo de 2021.
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El juicio buscó demostrar los sobornos y pagos realizados por narcotraficantes a la campaña política de Juan Orlando Hernández, incluyendo contribuciones del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa, a cambio de protección.
Entre los testigos figuraron Víctor Hugo Díaz Morales, conocido como El Rojo, quien relató el pago de sobornos a un sobrino de Juan Carlos Bonilla, ex director de la Policía Nacional, y a Tony Hernández, así como aportes de dos millones de dólares por parte de El Chapo, pagados a Hernández y al ex presidente Porfirio Lobo a través de Tony Hernández.
Juan Orlando Hernández es el primer presidente de Honduras en haber sido extraditado y acusado en Estados Unidos por narcotráfico, delito que también salpicó a otros reconocidos políticos del país centroamericano. EFE