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Hace casi 26 años, un 16 de mayo de 1988, se inició la histórica visita del papa Juan Pablo II a Paraguay. Era uno de los mayores acontecimientos que se producían en este país y desde los días previos el ambiente estaba marcado por las tensiones entre la Iglesia y la dictadura stronista.
El gobierno del Gral. Alfredo Stroessner temía que la presencia del Papa Viajero influyera en la multitud y desembocara en la caída de un régimen que hacía más de 3 décadas manejaba de manera férrea los hilos del poder.
Según analistas políticos, su presencia influyó en la posterior caída de la dictadura al año siguiente.
Los tres días de la visita fueron históricos por las memorables jornadas protagonizadas por el sucesor de Pedro.
La primera noticia del arribo al país de Juan Pablo II se dio a conocer el 8 de diciembre de 1987, en la ciudad de Caacupé, por parte de los obispos, que explicaban a la feligresía de lo que ello representaba y el júbilo que inmediatamente había despertado.
El gran día fue el 16 de mayo, cuando la capital paraguaya amaneció nubosa y, aproximadamente, a las 8.00 se abatió un gran diluvio, que trajo la duda y la incertidumbre de muchos compatriotas, que ya iniciaban una peregrinación hacia la zona de Ñu Guasu, en donde estaba pactado un encuentro con el Santo Padre. Ni la lluvia ni la temperatura que bajó considerablemente variaron el entusiasmo de la presencia de Juan Pablo II, que ese día canonizó al jesuita paraguayo Roque González de Santa Cruz y a sus compañeros mártires Juan del Castillo y Alfonso Rodríguez.
Allí, estuvieron miles de paraguayos, que estoicamente aguantaron la lluvia y el frío para el encuentro con el polaco Karol Józef Wojtyla, electo el 18 de octubre de 1978 y que tomó el nombre de Juan Pablo II.
RECEPCIÓN. Su arribo se produjo a las 13.00 y se anunciaba por los altoparlantes del predio que el jefe de la Iglesia ya pisaba tierra guaraní.
Lo vivido en Ñu Guasu, en otros encuentros en Asunción, en Caacupé, Encarnación, Villarrica y el Chaco, los puntos que visitó el Papa, son aún inolvidables en miles de paraguayos que tuvieron aquella grata experiencia.
El Mensajero de la Paz compartió tres inolvidables días con todos los paraguayos.
La recepción fue bajo techo en la principal terminal aérea de Luque, debido a la torrencial lluvia.
En Ñu Guasu, Mons. Ismael Rolón dio la bienvenida al papa Juan Pablo II antes del inicio de la misa.
El primer Papa polaco tenía un aire muy especial y el cariño que le tomó la gente en todo el mundo era muy increíble.
JUAN PABLO II, EL PAPA RÉCORDS. Juan Pablo II (1978-2005) será proclamado santo tras un rápido proceso de canonización, aunque los fieles ya lo habían ascendido a los altares tras el “santo subito” (santo ya) que a su muerte resonó en la Plaza de San Pedro.
Jóvenes paraguayos participaron anoche de una vigilia por la canonización de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II. Este Papa es recordado en el país por señalar públicamente “las luces y sombras” de la dictadura de Alfredo Stroessner, en su visita de 1988 a tierra guaraní.
El grupo religioso de jóvenes paraguayos, papaboys, se reunió en la parroquia Virgen de Nazareth de Asunción para acompañar la misa del papa Francisco en Roma, que se celebró hoy a las cuatro de la madrugada, hora local.