EFE
Hawit, con una imagen deteriorada respecto a su aspecto cuando era presidente de la Concacaf, con el pelo canoso y más delgado, y vestido con el uniforme presidiario verde, se mostró en todo momento impasible y atento a las palabras de la intérprete al español que le dio cuenta de los argumentos de unos y otros.
El hondureño, que no podrá ser puesto en libertad domiciliaria hasta que no se formalice y complete la fianza, explicó que proviene de una familia “humilde” y que las propiedades de su esposa no provienen de dinero de la corrupción sino de una herencia.
Aseguró igualmente vivir de una pensión del centro académico de la que fue profesor en Honduras de 1.700 dólares al mes y contar con varias cuentas bancarias que en ningún caso superan los 10.000 dólares.
Aunque la fiscalía reclamaba alrededor de 500.000 dólares de fianza, el juez Robert M. Levy consideró 290.000 como un montante “sustancial” como garantía para evitar el riesgo de fuga, preocupación esgrimida por la fiscalía desde el inicio del proceso.
De hecho una de las condiciones que deberá cumplir Hawit es la entrega del pasaporte, un punto que intentó sin éxito evitar la defensa alegando que el acusado necesita esa identificación para volar de Nueva York a Miami, donde viven algunos familiares.
Hawit deberá permanecer en casa de su hija con un brazalete electrónico para vigilar sus movimientos y sólo podrá salir de casa en circunstancias previamente aprobadas, como comparecencias ante la corte o visitas médicas.
La defensa subió su propuesta última de fianza, de 50.000 dólares en efectivo, y añadió el aval de una propiedad de la prima del acusado en Miami por valor de 240.000 dólares, sumando un total de 290.000.
La fiscalía quiso insistir ante el juez que la cifra era “insuficiente” teniendo en cuenta “la seriedad de los delitos, el riesgo de fuga y las cantidades de las que se le acusa por sobornos”, apuntó la fiscal Amanda Héctor.
El ministerio público no consiguió sin embargo aportar pruebas del capital que podría haber según ellos reunido Hawit y que según su cálculo ascendería en bonos, propiedades y efectivo a 2 millones de dólares.
La fiscalía apuntó en ese sentido que la ex esposa de Hawit habría sido titular de varias cuentas en Panamá y Honduras que habrían sumado entre 2011 y 2013 hasta 500.000 dólares, pese a no contar con certezas sobre el balance actual de esa cuenta, al no haber recibido la información solicitada a las autoridades.
El que fuera máximo responsable de la Concacaf está acusado de haber aceptado sobornos de empresas de comercialización deportivas por un importe de varios millones de dólares en la venta de los derechos de comercialización para la difusión de torneos de fútbol en Latinoamérica.
El expresidente de la Concacaf (Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol) aceptó ser extraditado desde Suiza el pasado 6 de enero, donde fue detenido el 3 de diciembre.
Tras su detención, la FIFA le suspendió temporalmente de su puesto de vicepresidente.
El organismo que rige el fútbol mundial está bajo escrutinio desde el pasado mayo por una investigación de la Justicia estadounidense, en la que colabora la suiza, y otra separada de los tribunales helvéticos, que ha acabado con varios dirigentes futbolísticos encarcelados.