El ex presidente estadounidense, de 77 años, está acusado de inflar el valor de sus activos para beneficiar a su empresa familiar, en uno de los múltiples casos que puede alterar su pretensión de volver a la Casa Blanca el próximo año.
“Esto no es una manifestación política”, le recriminó en medio de su comparecencia el juez de la Corte Suprema de Nueva York Arthur Engoron, tras advertirle que fuera breve en sus respuestas. “Por favor, sólo responda las preguntas, nada de discursos”, dijo Engoron antes de pedir a uno de los abogados del magnate que “controle a su cliente”.
Trump, el primer expresidente de Estados Unidos que sube al estrado como acusado en un proceso judicial en más de un siglo, se quejó en su testimonio de lo que calificó como un “juicio muy injusto” y “loco” llevado a cabo por los demócratas que, dijo, iban por él “desde 15 lados diferentes”.
El multimillonario llegó a las 10H00 (15H00 GMT) al tribunal de justicia del sur de Manhattan y arremetió de nuevo ante los medios de comunicación contra la fiscal general de Nueva York, Letitia James, que reclama 250 millones de dólares de multa.
Testificando bajo juramento, Trump desestimó las acusaciones de que las declaraciones de la situación financiera de la compañía eran fraudulentas y dijo que “en realidad no eran documentos a los que los bancos prestaran mucha atención”.
Aseguró que tampoco se tuvo en cuenta el valor de la “marca Trump”. “Me convertí en presidente gracias a mi marca”, respondió a preguntas de Kevin Wallace, abogado de la fiscalía general de Nueva York. Trump tiene otras cuatro causas. Pero de momento, sus problemas legales no han hecho mella en su popularidad en las encuestas. AFP