El juicio oral y público contra Gregorio Papo Morales y Cinthia Ramona Ojeda por el presunto homicidio del joven Robert Marín, ocurrido en noviembre del 2020, fue nuevamente suspendido, debido a que el procesado fue sedado y supuestamente no pudo llegar. El juicio proseguirá desde las 07:30 de este miércoles 27.
El fiscal del caso, Hernán Galeano, cuestionó el caso y dijo que la defensa de Papo alegó que se encuentra con problemas por su enfermedad de Párkinson, así como está atravesando un cuadro de deshidratación.
No obstante, aseguró a través de los medios que no cuentan con ningún certificado médico que lo avale, por lo que solicitaron que un médico forense le realice los estudios a fin de determinar la situación.
“Está sedado, nos preguntamos quién le sedó, porque le sedaron. No tenemos ningún informe médico de alguna autoridad de la penitenciaría, por lo que tanto el Ministerio Público como la querella también solicitamos la constitución de un médico forense para que se cerciore de qué es lo que está pasando”, reclamó Galeano.
“Acabó con nuestra paciencia”
Sostuvo también que ya está perdiendo la paciencia con las chicanas presentadas por Papo para no ser sometido al proceso y que exigen al Tribunal que se tomen las medidas necesarias, a fin de que el juicio pueda ser desarrollado como corresponde.
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“Que se abra un sumario pertinente o se tomen las medidas correspondientes, porque esto ya acabó con nuestra paciencia, de tantas dilaciones, tantos recursos, artimañas para no someterse al proceso. Supuestamente está con su enfermedad de Párkinson y que estaba con un cuadro de deshidratación, pero no tenemos la constancia médica”, reiteró.
El representante del Ministerio Público explicó que, si este miércoles Morales no se vuelve a presentar, el juicio puede ser postergado nuevamente, ya que es el día 7 del proceso, mientras que está permitido posponer hasta el día 11.
Amenaza de muerte
Por otra parte, explicó que al principio de la jornada, el juicio también casi fue suspendido debido a que Cinthia Ramona Ojeda, quien está procesada en carácter de cómplice, pidió seguridad dentro de Tribunales, alegando que los familiares de la víctima fatal intentaron atentar contra su integridad física.
La pareja de Papo denunció que fue al baño y que el padre de Robert Marín, supuestamente le apretó del cuello y le amenazó de muerte. Esto fue desmentido por el hombre, quien afirmó que para determinar el hecho se puede verificar en las cámaras de seguridad del Palacio, aunque el mismo reconoció que sí hubo un cruce de palabras.
Morales está procesado por presunto homicidio doloso por el crimen del joven Robert Fabián Marín ocurrido el 23 de noviembre del 2020 frente a un local gastronómico de Asunción. Actualmente, guarda reclusión en la Penitenciaría Nacional de Emboscada.
En imágenes de una cámara de seguridad se pudo observar el momento en que un hombre bajó de una camioneta de color blanco, abrió la puerta de un automóvil negro y efectuó los disparos de arma de fuego. La autopsia reveló que Marín recibió cuatro impactos de bala.