Los miembros del jurado en el juicio que se extendió por seis semanas, en el que la ex pareja intercambió denuncias de violencia doméstica, se pusieron del lado de Depp.
Así, ordenaron a Heard que le pagara 10,35 millones de dólares por difamarlo en un editorial del diario The Washington Post de 2018 en el que ella nunca mencionó el nombre del actor, pero se le describía indirectamente como representante del “abuso doméstico”.
Por su lado, Depp (58 años) tendrá que abonar a la actriz 2 millones de dólares por daños y perjuicios. La abogada de Heard (36), Elaine Bredehoft, dijo el jueves que su cliente no podía pagar la indemnización que le impusieron.
La jueza Penney Azcarate decidió semanas antes de que comenzara el juicio permitir la presencia de cámaras en la corte estatal, temiendo que si no lo hacía, aparecerían demasiados reporteros para este caso de alto perfil.
“No veo ninguna buena razón para no hacerlo”, dijo Azcarate, según Variety, una decisión que los abogados de la estrella Piratas del Caribe acogieron con beneplácito y los abogados de Heard pelearon.
Michele Dauber, profesora de derecho en la Universidad de Stanford y activista contra la agresión sexual en el campus, la calificó como “la peor decisión para los sobrevivientes de un tribunal en décadas” que mostró “una profunda falta de comprensión por parte de la jueza de violencia sexual”.
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Heard se vio obligada a “describir su supuesta violación con detalles gráficos en la televisión. Eso conmociona la conciencia y debería ofender a todas las mujeres y sobrevivientes, independientemente de si están de acuerdo con el veredicto o no”, resaltó.
La última vez que pudo recordar que una sobreviviente de violación fue obligada a testificar públicamente fue en 1983, explicó.
“No hay forma de justificar la decisión del juez de permitir cámaras en este caso... No hay interés público en este caso que pueda compensar el daño causado”, opinó.
En cambio, argumentó, “todas las víctimas lo pensarán dos veces antes de presentarse y buscar una orden de restricción o contarle a alguien sobre cualquier abuso que estén experimentando después de esto”.
“Las mujeres pueden resultar heridas o incluso muertas como resultado de no buscar ayuda. Este caso ha sido un completo desastre”, sostuvo.
El juicio cautivó a una audiencia mundial que no está acostumbrada a ver acusaciones de agresión sexual e intimidades de pareja en los tribunales y eso, independientemente de las opiniones sobre el veredicto, es un problema, advirtió Ruth Glenn, presidenta de la Coalición Nacional contra la Violencia Doméstica.
“No creo que tengamos todavía una sociedad que comprenda la dinámica de la violencia doméstica”, declaró Glenn a la AFP en una entrevista.
Ese contexto crucial no se discutió lo suficiente durante los procedimientos judiciales en Fairfax, Virginia, argumentó, y enfatizó que para ella y sus colegas “no había dudas” sobre los patrones de abuso que se mostraban.
“Asegúrate de que haya personas presentes que entiendan eso. Y hasta que no lo hagas, no televisemos esto”, dijo.
“Misoginia abierta”
Dauber, quien ha recibido abusos en línea por tuitear sobre el caso, dijo también que subraya la creciente reacción contra los derechos de las mujeres en Estados Unidos.
La opinión pública estuvo sólidamente del lado de Depp, con Heard en el punto de mira de innumerables publicaciones en línea y memes, algunos de los cuales Dauber describió como “misoginia abierta”.
El veredicto fue recibido con celebración por muchos en la derecha política, señaló, incluidos mensajes en Twitter de Donald Trump Jr., hijo del ex presidente republicano (2017-2021), y el poderoso Comité Judicial Republicano de la Cámara de Representantes (baja).
Heard fue “metafóricamente alquitranada y emplumada”, y el veredicto “deja en claro que, por ahora, la reacción violenta contra los derechos de las mujeres está tomando el control”, escribió. Además, citó temores de que la Corte Suprema de los Estados Unidos anule el derecho al aborto.
Para muchos, el caso ha planteado dudas sobre el futuro del "#MeToo”, el movimiento creado a partir del hashtag de 2017 que animaba a las mujeres a denunciar a los hombres que habían abusado de ellas.
“Es imposible no ver esto como una reacción violenta al #MeToo, como si las mujeres hubieran ido demasiado lejos. Está bien, señoras, las escuchamos y encerramos a un par de hombres. No se vuelvan demasiado codiciosas, ahora”, escribió una usuaria de Reddit en una publicación de blog para el boletín Embedded Substack.
Tarana Burke, quien fundó el movimiento #MeToo, expuso en Twitter una publicación desafiante que enumeraba sus logros y pedía a los seguidores que se concentraran en las millones que ahora hablan sin vergüenza en lugar de jugar al ping-pong entre victorias y derrotas legales.
“Este movimiento está muy VIVO”, escribió.
Pero Glenn fue más filosófica.
“Diría que, de todos modos, no sé cuánta tracción habíamos ganado. Así que usemos esto como un recordatorio del trabajo que aún tenemos por hacer”, dijo.