Jujuy es un cúmulo de sorpresas, a medida que el visitante se adentra en sus pueblitos, sus caminos y sus altos picos montañosos. Es un destino que bien vale la pena descubrir lentamente, para no perderse cada detalle de su inmensa riqueza cultural, natural e histórica. Enclavada entre las Cordilleras de los Andes, la provincia está bien al norte de la República Argentina, fronteriza con la República de Bolivia.
Con los vuelos directos Asunción-Jujuy, inaugurados recientemente por Paranair, en tan solo una hora y diez minutos de viaje los paraguayos pueden acceder a la inigualable oportunidad de conocer y disfrutar de esta hermosa provincia, de punta a punta. El sitio Visit Jujuy recomienda los atractivos que no se deben perder los visitantes primerizos de la provincia. Se puede empezar por conocer su rica historia visitando el Museo del Cabildo, ubicado en el centro histórico de San Salvador de Jujuy, un lugar que sorprende gratamente con sus ocho salas de exposición interactiva.
TREN SOLAR. Adentrándose en el interior de la provincia, recorriendo sus carreteras, se llega a varios pueblitos situados al borde de las Cordilleras de los Andes. La primera parada puede ser Huacalera, para luego bajar hasta Tilcara y abordar el tren solar, el segundo del mundo movido a energía solar, que parte de la Quebrada de Humahuaca, parando en sus estaciones de Volcán, Tumbaya, Purmamarca, Maimará y Tilcara. El pasaje tiene un costo de 65.000 pesos por persona, que bien vale la pena pagar para abordar esta moderna locomotora y atravesar los mejores paisajes montañosos, sus cultivos y viñedos.
A la vuelta, se puede bajar en Pumamarca para visitar alguna bodega de la zona, como Amanecer Andino, y probar sus vinos de producción limitada y las delicias que ofrece su restaurante, como las imperdibles empanadas jujeñas y sus platos a base de carne de llamas.
Otra parada recomendada y obligada para cualquier turista es el pintoresco pueblito andino de Tilcara, famoso por sus carnavales autóctonos. Por fin, después de recorrer la larga ruta nacional 52, se llega al Cerro de los Siete Colores, uno de los atractivos más célebres de Jujuy.
EL INMENSO SALAR. Luego se continúa camino rumbo a las Salinas Grandes, pero para llegar a este destino primero se debe subir por las sinuosas carreteras montañosas que conectan a la provincia con Chile, y llegar al punto más alto, de 4.200 metros sobre el nivel del mar, para volver a bajar a 3.450 metros, que es la altura en donde se encuentra esta especie de desierto blanco de sal, en la región de la Puna.
Se trata del cuarto salar más grande de Sudamérica, que se extiende sobre un área de 212 km².
Para concluir el periplo, se puede recorrer el centro de Pumamarca y conocer el Paseo por Los Colorados, el mirador El Porito, desde donde se aprecia más de cerca el Cerro de los Siete Colores, y comprar recuerdos en la Plaza de los Artesanos.