Harvey Weinstein, de 67 años, llegó a la Corte Suprema de Nueva York trajeado y ayudándose de su andador y, sin dar muestras de nerviosismo, permaneció atento mientras el juez James Burke instruía durante una hora a siete hombres y cinco mujeres sobre cómo alcanzar un veredicto unánime respecto a los cinco cargos que le imputa la Fiscalía.
“Ustedes y solo ustedes son los jueces y únicos responsables de decidir si el acusado es culpable o no”, explicó el juez Burke al jurado, basándose en las evidencias presentadas.
Se trata de dos cargos de agresión sexual depredadora, uno de acto sexual delictivo en primer grado, uno de violación en primer grado y otro de violación en tercer grado, que los jurados deberán decidir si han sido “probados más allá de toda duda razonable” por los fiscales y después condenar, o no, siguiendo diferentes combinaciones.
Antes de que llegara el jurado hubo un rifirrafe debido a una columna de opinión publicada este domingo por la abogada de Weinstein, Donna Rotunno, en la revista Newsweek, en la que se dirigía directamente a los miembros del jurado, que tienen prohibido indagar sobre el caso en los medios o en internet, y les pedía hacer “lo correcto": absolver a su cliente.
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La fiscal Joan Illuzzi-Orbon denunció que esa actuación violaba las normas del tribunal y acusó a la autora de “manipular al jurado”, pero el juez se limitó a ordenar a Rotunno que se abstuviera de hablar en público sobre el caso y a advertirle sobre “los tentáculos de su coloso de las relaciones públicas”.
Solo media hora después de retirarse, los jurados ya enviaron una nota al magistrado pidiendo aclaraciones sobre las combinaciones que pueden adoptar en su condena y sobre cuándo prescribe una violación, lo que dejó entrever la complejidad de su tarea y quizás “adivinar” cuál podría ser su veredicto, indicó la aboga Gloria Allred, quien cree que pesarán los “mitos sobre la violación”.
Allred, en una comparecencia a las puertas del juzgado, sugirió sobre el artículo de Rotunno que esta “no se sentía segura sobre el alegato final de la defensa y sintió que tenía que hacer una presentación final”, y además ofreció sus perspectivas sobre este proceso que llega a su fin.
“Puede haber tres posibilidades: condena, absolución o juicio nulo”, explicó la abogada, que representa a tres de las seis supuestas víctimas que han testificado contra Weinstein, entre ellas una de las dos denunciantes sobre las que se sustenta este caso, la asistente de producción Mimi Haley, que lo acusó de obligarla a hacerle sexo oral a la fuerza en 2006.
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“Espero que el jurado haya escuchado cuidadosamente el testimonio experto de (la psiquiatra forense) Barbara Ziv y entienda algunos de los mitos sobre la violación que ha blandido la defensa”, afirmó Allred a las puertas del juzgado, refiriéndose a las “comunicaciones continuadas” de las supuestas víctimas con el acusado.
“Cuando estuve en el juicio contra (el comediante Bill) Cosby, la defensa sugirió que unas comunicaciones continuadas significaban que ella (la víctima) había consentido las relaciones. El jurado no compró el argumento. Espero que este jurado también lo entienda”, apostilló.
Por su parte, el juez Burke, que tuvo que hacer pausas durante su intervención debido al ruido de varias ambulancias, insistió al jurado en que “si la Fiscalía no ha logrado satisfacer la carga probatoria, debe hallar no culpable al acusado”, y apostilló que “hay muy pocas cosas que sepamos con absoluta certidumbre”, pero ante la Justicia no sirve un “probablemente”.
Asimismo, la defensa tuvo tiempo para un último intento, sin éxito, de apartar a una miembro del jurado, la misma que causó polémica por estar escribiendo un libro sobre “hombres depredadores”, argumentando que habían averiguado que se estaba leyendo otro sobre abusos infantiles.
Después de la pausa para comer, en la que Weinstein se quedó en la sala, el jurado retomó su discusión a puerta cerrada y solicitó en una nueva nota ver los correos electrónicos en los que el productor encargaba a una firma vinculada al espionaje israelí investigar a varias mujeres, tras lo que la jornada concluyó sin una resolución.