“El propósito de la alianza (con Telegram) es combatir los contenidos falsos relacionados con la Justicia Electoral, el sistema de voto electrónico, el proceso electoral en sus diferentes etapas y los actores involucrados”, afirmó la máxima corte electoral brasileña.
Telegram, una aplicación que se había convertido en terreno fértil para la desinformación y muy utilizada por el presidente Jair Bolsonaro y grupos bolsonaristas, está bajo presión judicial en Brasil desde hace meses.
El TSE llevaba tiempo intentando contactar a la compañía, que ha sido objeto de prohibición o restricciones en países como India y Rusia, para que se sumara al Programa Permanente de Enfrentamiento de la Desinformación en el ámbito electoral, como hicieron en febrero Twitter, TikTok, Facebook, WhatsApp, Google, Instagram, YouTube y Kwai.
El anuncio del acuerdo, que busca evitar que los comicios se vean contaminados por la desinformación como en 2018, se da después de que la semana pasada un juez de la corte suprema determinara el bloqueo de Telegram, la plataforma que más crece en Brasil y que está instalada en el 53% de los celulares del país, por no responder a sus sucesivos llamados judiciales.
Esa decisión no terminó de ponerse en práctica, porque la aplicación acabó cediendo a los pedidos de la corte para revertir el bloqueo, entre ellos eliminar una publicación de agosto del 2021 en la que Bolsonaro cuestionaba la confiabilidad de las urnas, y nombrar un representante legal en Brasil.
El jueves, en una reunión en Brasilia, el TSE le propuso al nuevo representante de Telegram que se sumara al acuerdo.
Las redes sociales fueron una pieza clave para Bolsonaro en el 2018, cuando fue electo presidente de Brasil.
El propio mandatario hizo una campaña muy activa por redes, así como muchos de sus seguidores, que divulgaron informaciones falsas sobre los adversarios.
El ultraderechista es actualmente objeto de varias investigaciones por difundir noticias falsas, y desde hace meses está intentando concentrar a sus seguidores en Telegram, donde tiene más de un millón de seguidores y numerosos grupos de apoyo, después de que plataformas como YouTube, Twitter y Facebook tomaron medidas contra algunas de sus publicaciones.
Al revés de otras aplicaciones, Telegram permite grupos de hasta 200.000 personas, canales sin límite de usuarios y tiene una escasa moderación de contenidos, con lo que el potencial para que alguno se torne viral es casi infinito.