El voluble artista dijo que este dispositivo les permitirá a los oyentes escuchar asimismo cuatro componentes de las canciones (voces y coros, percusión, bajo y música) y cuesta USD 200.
“Las compañías tecnológicas han hecho que la música sea prácticamente gratis”, se queja el artista en Instagram. “Tras 10 álbumes y 10 contratos, he rechazado 100 millones de dólares de Apple. Nadie me puede pagar para que me falten al respeto. Fijamos nuestro propio precio por nuestro propio arte”.
No es la primera vez que West arremete contra el modelo del streaming y ha recurrido a métodos de difusión poco convencionales.
Tras publicar The Life of Pablo, en 2016, inicialmente solo en la plataforma Tidal, West siguió alterando la grabación, con coros, nuevas letras y nuevas mezclas.
El pasado año preestrenó Donda en una serie de audiciones y cuando al final llegó al streaming, aseguró que la casa discográfica la había puesto sin permiso.
Su anuncio de Stem Player se produce tras las críticas de que ha sido objeto recientemente Spotify, el gigante del streaming, acusado de permitir la desinformación a través de podcasts, en particular de su estrella Joe Rogan.
La polémica suscitó un debate sobre la hegemonía de las plataformas de streaming y su modelo de negocios, del que se benefician poco los artistas.
“Actualmente, los artistas solo obtienen el 12% del dinero que hace la industria. Es hora de liberar la música de este sistema opresivo”, escribe West, que aboga por tomar el control de su trabajo.
El lanzamiento del nuevo álbum de Kanye West está previsto para el 22 de febrero.