Madrileña de Alcobendas –como Penélope Cruz–, Gascón emigró a México, donde se convirtió en un rostro popular por su participación en Nosotros los nobles (2013), el filme de más éxito de la historia del cine mexicano.
En aquel momento era Carlos Gascón, un actor nacido en 1975 que comenzó su carrera profesional con pequeños papeles en series televisivas españolas, como El súper o Calle nueva. Hasta que se instaló en México.
Allí su popularidad creció por papeles como el de Branko en la nueva versión de la telenovela Corazón salvaje o el del publicista Jorge Jauma en Llena de amor.
Pero fue sobre todo el taquillazo Nosotros los nobles el que le dio la fama. Interpretaba al novio de una de las hijas de una adinerada familia que, al verse obstaculizada para acceder a su fortuna, tiene que aprender a vivir en condiciones más humildes.
En concreto, Gascón se convirtió popularmente gracias a esa comedia en el de Cholula, porque su personaje se pasa toda la película fingiendo ser español hasta, al final, confesar que en realidad viene de esa ciudad de México.
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Unos años después inició su transición y pasó ser Karla Sofía Gascón, nombre con el que prosiguió su carrera como actriz.
Y es justamente un camino similar de transición el que le dio la fama mundial. Porque en Emilia Pérez interpreta dos personajes o, mejor dicho, a la misma persona en dos etapas de su vida.
Empieza siendo un narcotraficante mexicano, Manitas del Monte, en el original y alocado musical de Audiard que conquistó a los espectadores de todo el mundo y que fue la película más nominada a los Globos de Oro, con 10 candidaturas, entre ellas las de mejor comedia, director, actriz protagonista (Gascón) y actriz secundaria por partida doble (Zoe Saldaña y Selena Gómez).
Ellas tres, junto a la mexicana Adriana Paz, ganaron el premio de interpretación femenina en Cannes. Y ahí empezó la historia de Gascón, la actriz que triunfó como Manitas del Monte y como Emilia Pérez, la mujer en la que se convierte el narcotraficante.
Un personaje “de esos que ocurren una vez en la vida”, reconocía la actriz en una reciente entrevista con EFE.
A Gascón no le gusta que la califiquen como “actriz trans”. “Soy una actriz” y lo de “ser trans es solo una anécdota”, no se cansa de repetir.
“Las personas trans somos personas como las demás, no soy ni mas tonta ni más lista, podemos dedicarnos a las cosas por las que hemos luchado”, aseguró en la rueda de prensa de presentación del filme en Cannes.
Aunque desde ese día no paró de defender al colectivo trans, al que dedicó su premio de Cannes: “A todas las personas trans que estamos sufriendo todo el puto día (sic) el odio y cómo nos denigran”, dijo mientras desde la platea la observaban su mujer y su hija.
Fuente: EFE.