Las cifras no pudieron ser confirmadas por una fuente independiente, pero 103 de las muertes se habrían registrado en Almaty, capital económica, según informaron varios medios, citando al ministerio de Salud. El balance se agravó: Hasta entonces, fuentes oficiales habían indicado que murieron 26 manifestantes (delincuentes armados los denomina) y 16 miembros de las fuerzas de seguridad.
Ayer, el comunicado desapareció del canal de Telegram del gobierno y el Ministerio de Salud indicó a los medios kazajos y rusos que la información había sido publicada por error. Sin embargo, no se produjo ningún desmentido de la información ni se aportaron nuevas cifras.
En total, unas 5.800 personas han sido detenidas, entre las cuales hay muchos extranjeros, durante 125 investigaciones distintas, señaló la presidencia kazaja, sin brindar más detalles. “La situación se ha estabilizado en todo el país, pese a que las fuerzas de seguridad continúan realizando operativos de limpieza”, añadió la fuente, tras una reunión de crisis convocada por el presidente, Kassym Jomart Tokayev.

Kazajistán, un país con 19 millones de habitantes, rico en hidrocarburos, se vio sacudido por disturbios sin precedentes desde su independencia, en 1989, en los que murieron decenas de personas. AFP