“No hay día que pase sin que alguien me recuerde las películas de ‘The Matrix’”, dijo el intérprete en una entrevista con Efe. “Para mí es una alegría encontrarme constantemente con personas por todo el mundo a las que esas películas les influyeron de forma positiva. Fue un honor formar parte de ellas; fueron de las mejores experiencias de mi vida. Son obras maravillosas”, añadió.
La saga “The Matrix”, dirigida por los hermanos Wachowski, recaudó más de 1.500 millones de dólares y catapultó a Reeves como estrella del género de acción, un campo en el que se venía moviendo como pez en el agua gracias a películas como “Point Break” (1991) o “Speed” (1994).
“No he hablado con los Wachowski acerca de volver a trabajar juntos, pero probablemente debería hacerlo”, aseguró Reeves. “Son cineastas visionarios y hacen películas increíbles, así que me encantaría reunirnos”, agregó.
Reeves, tras los decepcionantes resultados en taquilla de “47 Ronin” y “Man of Tai Chi” -su debut como director-, no deja la acción de lado y apuesta fuerte con “John Wick”, una cinta con una premisa argumental mínima que, a cambio, propone una inmersión repleta de violencia y diversión en un mundo del hampa que funciona con una mitología y unas reglas propias.
“Me encantan los diálogos, el humor, la determinación y el dolor del protagonista”, afirmó Reeves, cuyo personaje sufre la pérdida de su esposa por una larga enfermedad y, después, la del perro que le había dejado esta en sus últimos días de vida.
La muerte del animal a manos de una banda de mafiosos rusos provoca que el protagonista, un asesino a sueldo retirado, busque venganza. Y de qué manera, ya que Reeves, que se encargó de rodar casi todas las escenas sin dobles, siembra el terror y aniquila a 84 personas en la película, una cifra confirmada por el propio actor.
“Siempre trato de hacer todo lo que puedo en cuanto a la interpretación física. Lo disfruto, me encanta la acción. Eso ayuda a contar la historia del personaje y a que el público disfrute más. De esa forma, el espectador tiene la sensación de estar recorriendo el mismo camino que el protagonista”, declaró.
“John Wick”, de estreno el día 24, es la primera película que produce Eva Longoria y está dirigida por los debutantes David Leitch y Chad Stahelski, expertos en artes marciales y buenos amigos de Reeves desde que coincidieran en la saga de “The Matrix” como dobles de los protagonistas.
“Han apostado por rodar tomas más largas y hacer menos cortes. De esa manera, ves con mejor perspectiva y en su integridad las secuencias de peleas. La acción, así, explota delante del espectador”, sostuvo Reeves.
Tanto le ha gustado la experiencia a Reeves que está trabajando con Leitch y Stahelski de nuevo para rodar una miniserie llamada “Rain”, basada en los libros de Barry Eisler, sobre un criminal que se especializa en hacer pasar sus asesinatos como muertes naturales.
Reeves y la acción van unidos de la mano, y ni siquiera la edad le va a llevar a un cine más contemplativo.
“Cumplir los 50 no me supuso un gran cambio”, manifestó. “No tengo una crisis de la mediana edad. Simplemente estoy feliz de estar aquí. Lo celebré con amigos y en familia, con una botella de vino. Los 40 fueron más difíciles. De hecho, fueron terribles. Me dio por pensar mucho en la muerte -confesó-. Ahora, disfruto con el aquí y el ahora”.
Ese presente le llevará el próximo mes a rodar “Daughter of God”, un thriller policiaco donde repetirá con la cubana Ana de Armas tras haber rodado juntos “Knock Knock”, de Eli Roth.
“Ana es muy divertida. Es una actriz fantástica y una mujer muy dulce”, finalizó Reeves.
Antonio Martín Guirado