20 dic. 2024

Ken Follett dice que la Edad Media le inspira “pero era brutal y violenta”

Budapest, 13 nov (EFE).- Ken Follett, el novelista galés que halló el vellocino de oro de los best-seller inspirados en la Edad Media, comentó en el rodaje de su novela “Un mundo sin fin” que la Edad Media le inspira “pero que no era el período perfecto para vivir porque era una época brutal, muy violenta y dura”.

“Me siento muy feliz de no haber nacido en la Edad Media, donde la gente estaba constantemente en peligro por los ladrones o las guerras y los niños eran ahorcados”, comentó el autor de “Los Pilares de la Tierra”.

En la visita que Follett realizó al rodaje de “Un mundo sin fin”, una miniserie homónima que se inspira en la segunda parte de “Los Pilares de la Tierra”, se mostró “muy satisfecho” con el guión y la producción que se lleva a cabo a las afueras de Budapest.

Inspirada en la catedral de Santa María, de Vitoria-Gasteiz (norte de España), la novela “Un mundo sin fin” -"World without end”, en su versión original- se desarrolla en Kingsbridge, una ciudad ficticia creada por Follett (Cardiff, Gales, 1949) para “Los Pilares de la Tierra” -"The Pillars of the Earth”, en su versión original (1989).

Follett ha explicado en el ‘set’ que el misterio de las catedrales y el papel de las mujeres con poder y dinero en la Edad Media son las claves diferenciadoras de “Un mundo sin fin”, novela cuyo título proviene de la oración cristiana ‘Gloria al Padre’ en su versión inglesa: “World without end”, conocida en castellano como “Por los siglos de los siglos”.

En “Un mundo sin fin”, este maestro de la narrativa de acción y suspense arranca en 1327, dos siglos después de la construcción de su majestuoso templo gótico en Kingsbridge donde sobre todo Caris, interpretada por Charlotte Riley, junto a su amante Merthin (Tom Westo-Jones) lucharán por desenterrar un secreto peligroso para salvar a su ciudad y lograr la libertad.

Mientras tanto tendrán que hacer frente a un gran número de intrigas internas de la Corte y de la Iglesia, así como el avance de la Peste Negra, que aniquiló a la mitad de la población europea, y la lucha entre Inglaterra y Francia por el poder territorial.

Follett, que no vió la televisión de niño porque sus padres se lo prohibían por “floja”, ha comentado que dedica “mucho tiempo en hacer que las historias sean creíbles” y que le gusta el guión de “Un mundo sin fin” a pesar de las diferencias que encuentra “entre contar historias con palabras y, como en la serie, con imágenes”.

El galés corroboró que “siempre” le ocurre que “nada de la película es exacto a la visión” que él tiene de las “historias que siempre han existido” en su cabeza aunque le parece increíble ver los escenarios preparados para escenas como la voladura de un puente que cuenta en “Un mundo sin fin”.

Desde junio pasado, “Un mundo sin fin” se está grabando en las mismas ambientaciones en las que el cineasta Ridley Scott rodó la serie “The Pillars of the Earth” (2010) como los paisajes de un bosque próximo a la ciudad de Budapest y los estudios en los que ahora se rueda la serie “Los Borgia”.

Con “una financiación de 45 millones y medio de dólares”, la serie llegará a EEUU a partir de mayo próximo y a España gracias a canal Cuatro”, confirmó en el rodaje Rola Bauer, productora ejecutiva del filme junto a Ridley Scott, entre otros.

“Setenta y cinco actores jóvenes y con tablas” han participado en “Un mundo sin fin” entre los cuales destacan Cynthia Nixon (“Sex and de City”), Ben Chaplin, Peter Firth, Charlotte Riley, Tom Weston-Jones, Rupert Evans, Oliver Jackson-Cohen, Miranda Richardson, Indira Varma, Sarah Gadon y Nora von Waldstaetten.

Por su parte el realizador de la serie, Michael Caton-Jones (“Basic Instin 2"), confesó que no se había leído la novela de Ken Follett para hacer esa serie, de ocho episodios de 45 minutos cada uno, porque sencillamente “el libro es el libro”.

La elección del vestuario y de la iluminación han sido los dos elementos en los que Caton-Jones ha dicho que ha prestado su atención; en concreto, para la luz se ha inspirado en la paleta de los pintores prerrafaelistas y, en especial, en el famoso óleo “La muerte de Marat”, de Jacques-Louis David.

Por Belén Palanco.