El autor Khaled Hosseini hizo estas declaraciones en la rueda de prensa de lanzamiento de su última novela, Súplica a la mar, un relato inspirado en la historia de Aylan Kudi, el niño sirio de 3 años que murió ahogado en 2015 cuando trataba de llegar a Europa.
“Los libros sobre refugiados son necesarios porque ayudan a humanizar su historia”, insistió Hosseini, mundialmente conocido por su obra Cometas en el cielo (2003).
“Para entender lo que ocurre, esto nos debe importar y, para que nos importe, es necesario que nos haga sentir algo. Por eso es tan importante la literatura; nos hace conectar con esta cruda realidad”, añadió sobre la actual crisis de refugiados.
Su cuarto libro, publicado por la editorial Salamandra e ilustrado por el artista Dan Williams -afincado en Londres-, adopta la forma de una plegaria que un padre dirige al mar a la víspera del viaje que se dispone a emprender con su hijo.
Mientras el niño duerme, el hombre reflexiona acerca de la peligrosa travesía que les aguarda y recuerda su vida en Homs (Siria) antes de la guerra.
“Han pasado tres años (desde la muerte de Aylan), pero lo que estamos viendo es que las personas siguen lanzándose al mar en busca de un futuro mejor. Y la travesía es cada vez más peligrosa”, denunció el escritor afgano, que recibió asilo político en Estados Unido junto con su familia tras la intervención soviética en su país natal.
Con esta novela, el autor pretende rendir homenaje “no solo a todos aquellos que perdieron la vida en el mar al tratar de llegar a Europa, sino a todas las personas desplazadas que se ven obligadas a dejar sus hogares”.
Hosseini, embajador de buena voluntad de Acnur (Agencia de la ONU para los Refugiados) desde 2006, insistió en la importancia de tener presente que el deseo de estas personas es regresar a sus hogares y que la decisión de abandonar sus vidas “es realmente complicada, agonizante”.
“Uno de ellos me dijo una vez: ‘Ni siquiera el cielo es como estar en casa’”, relató el escritor, médico de profesión hasta la repercusión obtenida con su primera novela.
“Nadie elige ser un refugiado. Esto parece algo obvio, pero se olvida con demasiada frecuencia”, agregó.
El autor del también superventas Mil soles espléndidos (2007) aprovechó la ocasión para recordar que existen mecanismos legales para evitar parte del sufrimiento que padecen estas personas.
“La reunificación familiar o la concesión de visas son solo dos de las herramientas a las que se pueden recurrir para que tragedias como la del Mediterráneo no sucedan. Hace falta voluntad política”, apostilló Hosseini.
No obstante, reconoció, “es necesario ir a la raíz del asunto, ahondar en las causas del desplazamiento”.
“La respuesta no es únicamente abrir las fronteras, el problema debe solucionarse desde sus orígenes”, apuntó el escritor.
Con la novela Súplica a la mar, Hosseini continúa en su lucha por los derechos de los refugiados.
Los beneficios que obtenga de su venta serán donados a la Acnur, que destinará lo recaudado a los millones de familias que se han visto separadas por la guerra y la persecución.