- EFE y AFP
- KIEV
Cuando están a punto de cumplirse dos semanas del inicio de la ofensiva rusa en Ucrania, Kiev acusó a Rusia de haber bombardeado un hospital infantil en la ciudad de Mariúpol mientras estaban abiertos varios corredores humanitarios acordados entre las partes para evacuar a la población civil.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, denunció este ataque aéreo ruso y pidió de nuevo el cierre del espacio aéreo ucraniano.
Por su parte, el jefe de la administración militar regional, Pavlo Kyrylenko, publicó un video en Facebook que muestra la magnitud de los daños causados.
El ataque, que causó al menos 17 heridos según las autoridades ucranianas, tuvo lugar mientras estaban abiertos seis corredores humanitarios para la evacuación de civiles de las ciudades, en medio de acusaciones mutuas de incumplimiento de las treguas.
Según el jefe de la facción parlamentaria del partido gobernante ucraniano Servidor del Pueblo, David Arajamia, durante el último día fueron evacuados más de 40.000 civiles de localidades de todo el país donde se desarrollan las hostilidades.
KIEV. Las tropas rusas llegaron el miércoles hasta las proximidades de Kiev. En tanto que hoy se realiza la primera reunión de negociación de alto nivel entre los dos países desde la invasión de Ucrania el 24 de febrero.
Los soldados rusos avanzan rápidamente desde hace varios días desde el norte y el noreste de la capital ucraniana, según constataron reporteros de la AFP.
Las columnas de blindados rusos, que hace cinco días se encontraban a unos cientos de kilómetros al noreste de Kiev, se hallaban el miércoles a unos quince kilómetros, cerca de Brovary.
Soldados ucranianos dieron parte a la AFP de combates en Rusaniv, a 30 kilómetros al este de Brovary.
El primer ministro británico, Boris Johnson, calificó ese ataque de “inmoral”.
La ONU pidió “el cese inmediato de los ataques a las instalaciones de salud, hospitales, trabajadores de la salud, ambulancias”.
Desde el inicio de la contienda, Estados Unidos y sus socios de la OTAN ayudan a Ucrania pero evitan implicarse directamente en el conflicto.
ÉXODO. El éxodo de ucranianos hacia países vecinos continúa. Según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, entre “2,1 millones y 2,2 millones” de ucranianos partieron desde el 24 de febrero. “Tan solo Polonia recibe 150.000 por día”, afirmó.
La portavoz del ministerio ruso de Relaciones Exteriores, Maria Zajárova, admitió “progresos” en las negociaciones para “poner fin cuanto antes al baño de sangre insensato y a la resistencia de las fuerzas ucranianas”.
Zajárova negó también que Rusia buscara “derrocar al gobierno” ucraniano, contrariamente a lo afirmado por dirigentes rusos hace dos semanas.
Zelenski declaró el martes a la cadena estadounidense ABC que está listo para llegar a “acuerdos” sobre el estatus de los territorios separatistas prorrusos del este de Ucrania y que no insistirá en la demanda de adhesión de Ucrania a la OTAN.
“Recibiremos con brazos abiertos a los refugiados”
- Narciso Meza
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El presidente de la Asociación Ucraniana Prosvita del Paraguay, Andrés Baranski (58), no duda en responder de manera tajante que en Itapúa recibirán con los brazos abiertos a los refugiados que están saliendo de su país, por la agresión de Rusia. Señala que aún es temprano para que vengan, porque se están refugiando en países vecinos, con la esperanza de que pronto termine la pesadilla de la invasión y puedan retornar a casa.
—¿Cómo está siguiendo la asociación que usted preside la situación entre Rusia y Ucrania?
—Es una agresión total la que está haciendo Rusia al país de mis ancestros. Todos los descendientes ucranianos del Paraguay repudiamos y condenamos este ataque despiadado, sin argumento.
—¿Hay muchos descendientes ucranianos en el Paraguay?
—Sí, mis abuelos vinieron corriendo de la Segunda Guerra Mundial en el año 1938. Mi padre, que entonces era un niño, es ucraniano y solo en el Departamento de Itapúa tenemos más de 1.000 descendientes, pero también existen muchos otros esparcidos en Asunción y otras zonas del país. Como está pasando ahora, también en aquella época Polonia nos ayudó. Paraguay fue uno de los países que nos recibió.
—Si se da el caso, ¿recibirán a los refugiados ucranianos en Itapúa?
—Recibiremos a los refugiados con los brazos abiertos para cuando dispongan venir. Pero creemos que por lo nuevo de la guerra, la mayoría intenta quedarse cerca de Ucrania con la esperanza de regresar lo antes posible a su país.
—Usted dice que la invasión rusa no tiene justificativo. ¿Por qué se da el ataque entonces?
—Ocurre que Ucrania progresa mucho en las últimas décadas, posee un enorme desarrollo industrial, tiene recursos minerales naturales; mínimo su reserva es para 100 años y Rusia quiere tomar todo eso... pero tenemos héroes que día a día están luchando. En ese sentido, el presidente de Ucrania ya aseguró que no se van a rendir; eso es un orgullo, tiene la garra de “vencer o morir”, como tenemos los paraguayos.
—¿Tiene aún familiares en Ucrania?
—Sí, mi papá dejó parientes allá, tengo primos, sobrinos y su descendencia allá, con muchos de ellos tenemos contacto y están muy preocupados por la situación. Yo estoy actualmente en una organización mundial que se llama Ayúdame, que trabaja para que crucen desde Ucrania todas las personas que tengan parientes en países europeos. Ayer conseguimos un ómnibus para que salgan 40 niños desde Kiev, con problemas oncológicos; Alemania les va albergar. Estamos contentos por eso.