Arrastrados ante el crimen organizado, ser parte de la mafia de los pagarés es una cuestión menor ante los casos que involucran a narcos y lavadores a los que, según los chats, brindaban atención preferente a cambio de los favores de sus nombramientos y/o defensa ante las acusaciones de corrupción. El tamaño del kilombo hace imposible resolver estos problemas por la vía tradicional. Solo les queda declarar emergencia nacional como cuando los incendios y las inundaciones arrasan con todo un territorio acabando con lo que se pone enfrente. Ahora la democracia requiere ser defendida por métodos no tradicionales. Hay que declarar emergencia nacional y responder como tal ante ella. Pacto entre los poderes del Estado para darles recursos y reclutar a los mejores para desempeñar la tarea. Así lo hicieron los peruanos y sostuvieron su grado de inversión. Metieron presos a cinco ex presidentes y los corruptos que se les pusieran enfrente, uno acabó suicidándose para no enfrentar la Justicia. El ejemplo es muy cercano y válido. El otro es el Cicig guatemalteco, que pidió ayuda internacional que colocó entre otros a un duro investigador colombiano que fue tan implacable con el poder que ante el éxito tuvieron que juntarse para acabar con el convenio. Los resultados fueron extraordinarios en ese país centroamericano. Podemos traer un intocable de afuera si aquí no tenemos la valentía y el coraje de limpiar el kilombo en el que vivimos.
Lo único cierto que sabemos es que esto no da más. Entre las revelaciones de los chats de Lalo Gomes, quien pagó con su vida su gestión dentro del burdel, y la mafia de los pagarés ya tenemos elementos suficientes de algo que no funciona. Hay 20.000 presos, 80% de ellos sin condenas, hacinados y convirtiendo las cárceles en universidades del crimen para los distintos cárteles. Los jueces y fiscales trabajan en sus propios negocios sin hacer la Justicia que se requiere. O limpiamos este kilombo o él acaba con nosotros. Hay maneras de hacerlo, lo que no sé que exista es la voluntad de llevar adelante la limpieza requerida.