En principio el entierro estaba previsto para las 16:00, sin embargo, se tuvo que posponer por pedido de los familiares quienes recibieron la información que se tenía previsto una serie de homenajes a Koki dentro de La Barraca, el lugar donde él va a morar eternamente.
La actual ministra de Cultura, quien llegó hasta San Ignacio para despedir al consagrado artista, brindó significativas palabras. “Él dejó un gran legado no solo para San Ignacio, sino para toda la humanidad. Su aporte a la cultura paraguaya es inmenso. Fue una persona muy generosa. Quienes le conocimos podemos dar fe de eso. Los Estacioneros le hacen el homenaje; llegaron para acompañarle; dejó un gran legado en las personas que trabajaron con él”, expresó Ortiz.
El cortejo fúnebre que acompaña a Ruiz fue como un retazo del Yvága Rape, donde la Dolorosa recorre cada Semana Santa, por la masiva presencia de personas y autoridades que se hicieron presentes para despedir al insigne artista, y el triste canto de Los Estacioneros, quienes compartieron con él muchos momentos gratos en vida.
El reconocido artista plástico ignaciano Delfín Roque Ruiz Pérez, mejor conocido como Koki Ruiz, falleció en la madrugada del viernes 20 de diciembre, dejando un legado imborrable en la cultura paraguaya. Ruiz, creador de las emblemáticas celebraciones de Tañarandy, perdió la batalla contra el cáncer de riñón que le fue diagnosticado en julio de 2023.
El artista, cuya creatividad y talento traspasaron fronteras, había sido sometido recientemente a una cirugía en una clínica privada de San Ignacio. Aunque su familia esperaba un milagro para que pudiera pasar la Navidad en su querido hogar, La Barraca, su partida llenó de tristeza a toda la comunidad ignaciana y al país entero.
Un Velorio Lleno de Arte. En La Barraca descansan ahora los restos del querido artista. El lugar se constituyó en un anfiteatro natural donde utilizaba para ambientar sus famosas réplicas del Monte del Calvario, deleitando a miles de personas con cuadros vivientes y puestas en escena únicas.
La comunidad de San Ignacio Guazú está profundamente consternada por la pérdida de Koki Ruiz. En redes sociales abundan los homenajes y expresiones de gratitud hacia el hombre que dedicó su vida a enaltecer la cultura y el arte paraguayos.
Muchos piden la instalación de una estatua o un cuadro con su imagen como homenaje póstumo, destacando que su genio y creatividad que lo convierten en un símbolo eterno de la ciudad.
La próxima Semana Santa será distinta sin la presencia física de Koki, pero su espíritu vivirá en cada luz encendida y en cada obra que dejó como testimonio de su amor por el arte y la fe.