Situado en el corazón de la ciudad de Areguá, Kunumi Arete surgió como una necesidad de despegarse de las aulas tradicionales.
En sus inicios, fue un grupo de padres que se juntó en Patiño, compañía de Areguá, para formar una escuela distinta a las tradicionales, y poco a poco se fue consolidando hasta llegar al centro de la ciudad.
El edificio es una casa con un gran patio, más una estructura interna para que los estudiantes anden en libertad por el lugar. Actualmente hay 12 niños en los dos ciclos que la escuela tiene.
Una de las docentes, Lourdes Benítez, manifestó a Última Hora que los educadores se centran en los niños como objetivo mismo. “Compartir con ellos, acompañarlos, proponerles. Ellos son importantes, la energía que traen a la escuela, eso es lo que vale”, sostuvo.
Para los integrantes de Kunumi Arete, el niño “no es un producto” –por más que posteriormente deba insertarse en la sociedad–, sino que se encargan de que los alumnos tengan las herramientas para que “nunca se olviden de ser niños” cuando lleguen a la adultez.
Es por eso que la base del aprendizaje es el juego. Buscan que aprendan a sumar, a multiplicar, a leer y a comprender a través del juego, ya que los alumnos en sí tienen muchos conocimientos. Agregó que tienen presente que a los niños les gusta jugar, por lo que las actividades recreativas juegan un papel importante en la formación.
Así mismo, Benítez señaló que el adulto, si bien acompaña el proceso, “no es el importante ni el que trae luz para ellos”. “Todos tenemos algo que compartir, todos los días aprendemos de ellos, es una cuestión continua”, expresó.
Entre otras actividades, este viernes llevaron a cabo unas elecciones para elegir un presidente y un vicepresidente para un día de autogobierno. Los propios niños crearon sus partidos y los nombres, luego presentaron sus propuestas. Además, ellos mismos fueron los veedores, mientras los adultos solo supervisan. Entre los dos candidatos, una niña y un niño, había dos propuestas más que interesantes y diferentes. Por un lado, había la idea de ir a recorrer un museo durante un día de clases, mientras que el otro creyó conveniente plantar una planta de frutilla en la escuela.
Para que la escuela siga funcionando, los padres pagan una mensualidad, pero también realizan actividades para recaudar fondos. Este domingo habrá una feria desde las 11.00 en el Centro Cultural El Cántaro. Habrá venta de artesanías, objetos de arte y diseño, frutas y hortalizas de la huerta, comidas caseras, postres, jugos naturales y libros; también pintata de un mural infantil, juegos, música en vivo, presentación de libros, cuentos y diversos talleres.
Kunumi considera que “en la vivencia, ellos aprenden”. Y en estos tiempos tan acelerados que vivimos, es importante no olvidar que existen niños que nos pueden mostrar una forma diferente de ver la vida. Por eso, Kunumi Arete busca formarlos de una manera que no estamos acostumbrados, y viéndolos contentos, uno no puede evitar imaginar un futuro con muchas sonrisas más.