Si bien las ventas se mantienen bajas y hay suficiente stock de momento, el empresario naviero Robert Bosch no descartó que se pueda producir a futuro una escasez o desabastecimiento si es que el estiaje del río Paraguay no para. Indicó que las embarcaciones están llegando solo con 50% y 60% de carga.
A la bajante imparable que registra el río y que aumenta el costo de fletes, también se suma el incremento de los precios internacionales de los combustibles y de la cotización del dólar.
El nombrado empresario, directivo de la firma Terminal y Logística Portuaria (TLP), manifestó a ÚH que el río Paraguay sigue bajando uno a dos centímetros por día y, si esto no para, cada vez se podrán traer menos combustibles y podría darse algún problema de abastecimiento.
“Paraguay es un país netamente importador. Tenemos que buscar combustible en el Río de la Plata, Buenos Aires o el kilómetro 171. No solo nosotros estamos con problemas de agua. El Paraná está completamente complicado”, enfatizó.
Añadió que el costo de los fletes fluviales subió bastante porque los barcos ya no pueden llegar con carga a full, sino entre un 50 y 60 por ciento, hecho que motiva el encarecimiento del servicio.
Comentó que el precio internacional de los combustibles se mantiene en alza y ahora todos los importadores están tratando de tener los tanques llenos en la medida que se pueda.
“Si sigue este estiaje tremendo cada vez vamos a traer menos carga. Esperemos que no explote el consumo. Si no tenemos los tanques llenos puede haber problema de abastecimiento porque está cada vez más difícil la navegación por causa del estiaje”, remarcó.
En el caso de TLP, Bosch dijo que están tratando de tener suficiente combustible en los tanques, pese a que las ventas están bajas. Explicó que los combustibles no se pueden almacenar por tres meses y lo máximo que podrían mantener es un mes a un mes y medio de stock en sus tanques.