02 may. 2025

La Bestia, el nuevo Cadillac que usará el presidente Donald Trump

General Motors gastó alrededor de 15 millones de dólares para ensamblar el nuevo vehículo. Al igual que el Cadillac presidencial de Barack Obama, pesaría alrededor de 8 toneladas gracias a su blindaje.

Tradicional.  El tradicional vehículo de transporte que usan los presidentes de EEUU fabricado por la empresa General Motors.

Tradicional. El tradicional vehículo de transporte que usan los presidentes de EEUU fabricado por la empresa General Motors.

No es ninguna sorpresa que acceder al status de presidente del país más poderoso del mundo significará varios cambios en la vida de Donald Trump, según la publicación del portal Bigbang News.

Uno de ellos tendrá que ver con el automóvil con el cual se desplazará en todas sus asignaciones cotidianas. Es que el actual Cadillac presidencial, apodado la Bestia, será reemplazado por un nuevo modelo.

Por razones de seguridad, los detalles puntuales de la nueva limusina son mantenidos en completo secreto. Pero fotografías tomadas de manera furtiva, más información filtrada, permiten dar una idea general de cómo será la nueva Bestia.

Así, algunos “espías” que acecharon las instalaciones de testeo de General Motors lograron captar imágenes del Cadillac que transportará a Trump, cuyo aspecto a primera vista es muy similar al del anterior modelo excepto por un nuevo set de faros led y una parrilla diferente.

filtración. Si bien la pintura final de la limusina será negra, las fotos la muestran estampada con un diseño de camuflaje utilizado por la empresa fabricante para ocultar detalles del diseño a ojos curiosos.

Según se estima, General Motors gastó alrededor de 15 millones de dólares para ensamblar la nueva Bestia. Al igual que el Cadillac presidencial de Barack Obama, pesaría alrededor de ocho toneladas gracias a su blindaje.

Cada una de las puertas tiene el mismo peso que la de un Boeing 747, y pueden sellar completamente la cabina ante la eventualidad de un ataque con armas químicas o biológicas. Tanques de oxígeno ocultos en el baúl permiten airear el ambiente interno para combatir gases tóxicos.

gran blindaje. Las ventanillas no pueden bajarse y están listas para soportar balazos y explosiones. Mientras tanto, las cubiertas están bañadas en Kevlar para evitar que estallen.

El tanque de combustible también está blindado, además de cubierto con una espuma especial que se expande con el impacto y lo protege de explosiones, incluso ante el impacto directo de un proyectil.

Cámaras de visión nocturna y comunicación satelital completan el equipamiento del Cadillac, que oculta también un set de ametralladoras y lanzadores de gas lacrimógeno para casos extremos.

Y se estima que, en la nueva versión, se incorporarán novedades tecnológicas que lograran incluso mejorar la seguridad del automóvil.

La relación de Trump con General Motors y la marca Cadillac en particular es anterior a su llegada a la Casa Blanca. En 1988, el magnate convenció a la empresa para fabricar una edición limitada de limusinas con la idea de usarlas para transportar invitados desde Nueva York a sus casinos de Atlantic City. Sin embargo, el proyecto nunca pasó la fase de prototipo.