Este es el título de una película que ya tiene unos cuantos años, y relata un hecho real, la intervención militar en Somalia, realizada en 1999, por tropas internacionales. El propósito era poner fin a la sangrienta guerra civil somalí, un propósito frustrado: los soldados extranjeros no pudieron pacificar el país y debieron retirarse.
Durante la intervención, el contingente norteamericano llevó a cabo una operación en Mogadiscio (la capital de Somalia), que debía ser breve y con pocas bajas. No lo fue porque Mogadiscio era una ciudad demasiado armada, demasiado violenta, y murieron civiles innecesariamente.
Para el geógrafo norteamericano Mike Davis, lo sucedido en Mogadiscio puede repetirse en el resto del mundo si es que continúan creciendo las ciudades como han crecido en las últimas décadas, en un proceso de urbanización caótica. ¿Qué significa urbanización caótica? Que no hay planes racionales para enfrentar la migración de millones de seres humanos hacia las ciudades en todo el mundo; más en los países no desarrollados.
Los migrantes tratan de sobrevivir como pueden en condiciones muy precarias: sin empleo, sin vivienda, sin agua potable, sin alcantarillado, sin electricidad. Esa situación provoca el aumento de la violencia; esa violencia puede llevar a una guerrilla urbana, por no decir guerra urbana interminable. Lo sucedido en Mogadiscio fue un ejemplo.
Por primera vez, dice Davis, en el mundo va a haber más gente viviendo en las ciudades que en el campo, y este es un hecho que marca un cambio fundamental en la historia de la humanidad.
Que la gente viva en ciudades, en sí mismo, no es malo; lo malo es que no existan planes racionales para enfrentar la situación, que puede crear graves problemas, como las epidemias.
Quien quiera informarse más sobre el tema, puede leer en internet la entrevista a Davis titulada De la ciudad de Blade Runner a la del Black Hawk derribado. Para quienes quieren leer más, está el libro de Mike Davis titulado Planeta de ciudades miseria, que se vende en librerías de Asunción. Lo recomiendo porque a mí el libro me sirvió para comprender muchas cosas, en general, sobre el crecimiento urbano del Paraguay.
Y aquí quiero citar otro texto, que también puede leerse en internet: el estudio de nuestro compatriota Fabricio Vázquez, titulado Ciudades intermedias y sustentabilidad urbana en Paraguay. Este explica en términos más particulares el fenómeno mundial.
Entre 1992 y 2002, la población de Asunción creció un 70%, dice el estudio, agregando que el crecimiento no se dio conforme a una planificación racional, sino siguiendo los intereses de la especulación inmobiliaria; la insuficiencia del sistema de alcantarillado pone en peligro la provisión de agua potable, porque “las aguas negras regresan al subsuelo y comprometen la calidad de los acuíferos”.
La insuficiencia del sistema de transporte hace que se utilicen demasiados autos y motos, comprometiéndose la calidad del aire, o sea, la salud.
Estos y otros problemas tienen solución, y Vázquez presenta soluciones razonables; las soluciones, por otra parte, solo vendrán cuando se tome conciencia del problema; para tomarla, es necesario escuchar a los geógrafos.