REDACCIÓN
Por primera vez un diplomático confronta abiertamente con la administración del Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE) y pone al descubierto el manejo del servicio exterior. Osvaldo Bittar Vicioso estuvo apenas un mes y 4 días como embajador del Paraguay ante El Líbano. Asumió el 31 de julio pasado, presentó copias de cartas credenciales el 14 de agosto y en el proceso de insistir ante sus superiores sobre la necesidad de que se realice el corte administrativo de rigor, solicitado por su predecesor y por él, surgió un desacuerdo al respecto con Cancillería. El Ejecutivo dio por terminadas las funciones de Bittar, y Cancillería alegó que “el embajador no ha cumplido con los estándares que se esperan de un funcionario con sus obligaciones”. Además, le reprocha que haya solicitado vacaciones 5 días después de asumir el cargo. Bittar cuenta aquí su versión de lo ocurrido.
–¿Por qué apenas un mes después de haber asumido el cargo tomó la decisión de renunciar como embajador y dejar un destino que conoce muy bien?
–No solo conozco bien este destino, conozco bastante a su gente, sus costumbres, hábitos, rutinas, etc. Mis abuelos eran originarios de esta zona donde está asentado este país fascinante.
La Resolución 586, del 5 de junio de 2019, está vigente y regula los procedimientos para los actos de entrega y recepción de documentos, valores y bienes patrimoniales, término de misión o cambio de embajadores, encargados de negocios y cónsules.
En tal sentido, solicité, personalmente, al viceministro de Administración y Asuntos Técnicos (VMAAT) que se cumpla el procedimiento como ya se había hecho en el Líbano en diciembre del 2021, cuando llegó mi predecesor. El viceministro no accedió a mi solicitud verbal y me “sugirió” que no la formule por escrito, sugerencia que desoí y envié el pedido al canciller y al mismo viceministro. Como no recibí respuesta, recurrí a otras autoridades, hablé con el viceministro de Relaciones Exteriores (VMRE) y con la viceministra de Relaciones Económicas e Integración. También visité al presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado y remití un mensaje por WhatsApp al asesor jurídico de la Presidencia de la República, a quienes solicité que hablen con el canciller.
Fui recibido en audiencia por el canciller y le planteé el corte administrativo y el traspaso en el Líbano. Me respondió que no había dinero, pero yo sabía que se habían firmado resoluciones para los cortes administrativos en Bruselas, Madrid, Málaga y Miami en las mismas fechas que yo asumía en el Líbano. Luego me encontré con el viceministro de Administración y Asuntos Técnicos, quien me dijo: “Fuiste a pedirle al canciller algo que yo ya te había negado. Rubén no te va conceder algo que yo no quiero”.
El corte administrativo y el traspaso para mí era muy importante, porque es el acto que nos habilita a los funcionarios a trabajar con la seguridad de que no seremos responsables de lo realizado por administraciones anteriores.
Es posible concretarlo sin la intervención de funcionarios que vengan de la Cancillería, pueden llevarlo adelante el funcionario saliente y el entrante.
–¿Entonces, por qué no realizaron entre ustedes?
–Porque cuando llegué aquí el 31 de julio pasado, el funcionario saliente me pidió permiso por razones médicas debidamente fundadas y se lo concedí. Entonces no hubo posibilidad de un traspaso, además porque es un acto que lleva su tiempo, por lo que decidí que se labre un acta notarial, documento que fue el inicio del incendio.
El fin de semana correspondiente al 3 de agosto, el Gobierno norteamericano, en su cuenta de X, publicó con carácter urgente: La Embajada de EEUU a todos los extranjeros: Váyanse del Líbano, inmediatamente. Ahora.
Este mensaje se replicó en muchas otras embajadas, por lo que pedí instrucciones a la Cancillería.
El domingo 5 a las 08:30 del Paraguay, recibí la llamada del viceministro de Relaciones Exteriores quien me instruye que me comuniqué con el viceministro de Administración y Asuntos Técnicos y con el director general de Asuntos Consulares, orden que cumplí de inmediato, pero que molestó mucho al VMAAT, porque desperté a su esposa un domingo a las 08:40.
Le planteé el caso de una paraguaya con dos hijos paraguayos y el marido libanés, y le dije que el esposo necesitaba una visa. El VMAAT me respondió que viajen solo los que portan documentos paraguayos y que el marido se quede en su país. Ante tal insensibilidad, ya no planteé los demás casos y corté la llamada.
La decisión de renunciar la tomé porque, si siendo embajador extraordinario y plenipotenciario, representante personal del presidente de la República, otro colega embajador, que ejerce de viceministro, por ser amigo del canciller y actúa arbitrariamente, yo no podría desempeñar mis funciones correctamente. Además, el viceministro de Relaciones Exteriores, días después, me amenazó con que el canciller estaba molesto y corría el riesgo de ser echado. Preferí adelantarme y envié la nota al canciller donde le manifestaba que disponga del cargo, y así ocurrió.
–Es inusual que un jefe de misión a días de asumir la jefatura de misión solicite usufructuar vacaciones. ¿Por qué lo hizo?
–Cuando somos nombrados en el exterior, los funcionarios diplomáticos contamos con una fecha de asunción al cargo. La mayoría de las veces viaja primero el funcionario, llega a su destino y busca un lugar donde vivir, colegio para los hijos, etc., y luego la familia, cuando ya está arraigado, viaja al lugar de destino del funcionario. En mi caso, hablé con los colegas de Recursos Humanos (RRHH) y les planteé que mi madre, que está a mi cargo, estaba recuperándose de una ruptura de pelvis, que yo cumpliría con la fecha de posesión y volvería, en un mes, a buscarla.
La Resolución 628/16 exige que la solicitud de vacaciones se pida con 10 días de anticipación, pero existen circulares en las que RRHH pide que se remitan con tres semanas de anticipación, porque el tiempo no da para responder todas las solicitudes, y más aún, en el caso de los embajadores a los que solo el canciller, que se pasa viajando, puede autorizar las vacaciones, y los pasajes hay que comprarlos con anticipación.
También estaba previsto que quien hoy me reemplaza como encargado de Archivos, cargo inexistente en la Convención de Viena de 1961, llegaría el 30 de agosto para cumplir con su cometido, además de la funcionaria de la Inspectoría General del Servicio Exterior que está comisionada en la Embajada por tercera oportunidad. Mi ausencia no iba a afectar.
Además, me parece una cuestión de sentido común y de humanidad que vaya a buscar a mi madre, una persona de noventa años que no puede viajar sola por más de 30 horas. Por lo visto, el canciller carece de sensibilidad humana con quienes no son de su entorno.
–¿Entonces…?
–El viceministro de Relaciones Exteriores usó el tema de mis vacaciones como cortina de humo para desviar los verdaderos problemas de la administración, así como su “metida de pata” al decir que fui destituido por no reunir los estándares de un embajador, cuando que dos días antes el periódico La Nación de la Argentina publicó un artículo en el que se leía que el Paraguay desbancó el mercado de la yerba mate en Siria a la Argentina.
Yo ya le había informado por nota al canciller que estuve presente en Siria cuando llegó el barco al puerto de Latakia para cuidar la mercadería que, en total, cuando se entregue toda la carga sumarían USD 400.000 , en menos de un mes de gestión.
El viceministro no debería tirar piedras a los colegas, porque, en 2022, él juró como embajador paraguayo ante la Federación Rusa, pero pasó varios meses de ocio en nuestro país, con el salario de embajador, hasta que la prensa se enteró de su recreo y lo “obligó” a viajar a su lugar de destino.
–¿Por qué su insistencia con realizar el corte administrativo que, aunque ciertamente una resolución del MRE fija que debe hacerse, la Cancillería le autorizó que obviar este trámite?
–Justamente, porque me llamó la atención que la Cancillería se empecinara en omitir el corte administrativo cuando el saliente y el entrante lo habíamos solicitado. Además, la Cancillería no puede eximir a nadie de cumplir la ley y los reglamentos. Los cortes administrativos se llevan a cabo de rutina en embajadas y consulados, pero el Líbano, un país que está en el ojo de la tormenta por las cuestiones que son de público conocimiento, no amerita para el viceministro de Administración y Asuntos Técnicos un corte y un traspaso.
–¿Con qué plantel de funcionarios se encontró en la embajada de Líbano y qué medidas planteó al respecto a Cancillería?
–El 31 de julio cuando llegué estaba solo un funcionario diplomático, que fue justamente el que pidió permiso médico y quien hasta la fecha no regresó, porque se le extendió el permiso por 90 días más. También encontré a un funcionario contratado y a la señora encargada de la limpieza de la sede, y muchísimas carpetas con solicitudes que no se habían cargado al sistema informático por falta de personal, ya que el contratado que cité se desempeñaba en el hospital como traductor del diplomático enfermo.
El VMAAT, en menos de seis meses, dio de baja a dos contratados de esta embajada, por eso el trabajo se acumuló. Pedí que sea recontratada una señora que fue más de diez años funcionaria administrativa. Ella vendría con un interesante currículo y la experiencia de haber sido funcionaria en esta Embajada.
–¿Cuántos años de servicio tiene como diplomático?
–Casi 30 años de servicio diplomático. Vi pasar 18 cancilleres, de los cuales dos de ellos ocuparon el cargo en dos oportunidades. El actual es uno de ellos. Me cupo el privilegio de trabajar con ministros de Relaciones Exteriores calificadísimos, que representaron al Paraguay de manera brillante.
–Le escuchamos decir a otros medios que el propio viceministro Juan Baiardi encabezó el corte administrativo en el Consulado General de Miami, pero le indicó que en Líbano no hacía falta. ¿Es así?
–La Resolución 547, del 10 de julio de 2024, dice: “Autorizar a la Dirección General de Administración y Finanzas a proveer pasajes y viáticos del 23 al 26 de julio al viceministro de Administración y Asuntos Técnicos, al director Administrativo y al director de Pasaportes y Servicios Consulares para el corte administrativo en Miami”. Comentarios que no puedo asegurar dicen que luego se extendió esta misión encabezada por el viceministro.
Desconozco los motivos por los que el viceministro de Administración y Asuntos Técnicos no consideró al Líbano un país altamente sensible, siempre monitoreado por las potencias occidentales. Eso debería explicarlo él.
–¿Hay antecedentes de expedición irregular de pasaportes en la Embajada de Paraguay en Líbano?
–En varias oportunidades ha sido portada de periódicos de nuestro país la expedición irregular de documentos.
El caso más llamativo, porque involucró a un ex embajador en el Líbano y luego canciller nacional, es el expediente caratulado Alejandro Hamed Franco y otros sobre exacción, amén de otros que, con seguridad, se encuentran en los registros del área jurídica.
–¿Es consciente de que esta confrontación afectará su carrera?
–La dignidad no se negocia. Aunque este lugar sea para mí muy atractivo, prefiero ser digno. No será la primera vez que me “castiguen”. Recuerdo que un embajador, que también ocupó la silla de Benigno López, me dijo: “¿Usted sabe qué pasó con los dinosaurios? Se extinguieron, porque no se adaptaron. Aquí nadie va contra la corriente, y el que va, sabe su final”.
Aun así sobreviví 30 años en un ministerio que es fascinante, siempre que los compromisos se cumplan en forma. Seguro que esta administración seguirá buscando cómo desprestigiarme y me dejarán no sé dónde.
