Por Karen Núñez – @karencitanunez
Modesto Hidalgo fue el primer paraguayo en contar con una cédula de identidad, es decir, tuvo el Nº 1. Su documento fue emitido el 21 de enero de 1924.
En ese entonces existía la Sección de Identificación en las comisarías Primera, Segunda y Tercera, que había sido creada por resolución de la Jefatura de Policía el 19 de enero de 1921. Pero recién en enero de 1924 comenzó la expedición de la denominada cédula de identidad policial que, del 1 al 15.000 coincidían con los números de Prontuario Policial.
El prontuario es un documento almacenado en los archivos del Departamento de Identificaciones, donde están registrados los datos más importantes de cada persona (datos personales, características físicas, registro de firmas, registro de huellas dactilares, fotografías, etc.). La expedición de cédulas, no obstante, recién se reglamentó en 1927, quedando a cargo de lo que se denominó Gabinete de Identificación, que desde su creación en 1906 solo expedía pasaportes y certificados de buena conducta.
Hoja de un viejo prontuario, donde se consignan datos personales, se describen los principales rasgos físicos y se imprimen las huellas digitales. Foto: Archivo del Departamento de Identificaciones
En 1936 se estableció la obligatoriedad de la Cédula de Identidad Nacional para todos los extranjeros radicados en el país.
A partir del número 15.000 y casi llegando a los 3 millones, ya no hubo coincidencia entre número de cédula y número de prontuario. Pero los documentos más contemporáneos sí llevan un número único para cédula y prontuario.
Algunos cambios a través de los años
Tan solo unos años atrás, la toma de las huellas digitales se hacía manualmente. Es decir, uno debía entintar sus dedos e ir marcando con ellos la hoja de registro. Y la firma se hacía con papel y bolígrafo.
Ahora, sin embargo, la persona presenta los documentos requeridos ante el oficial, que se encarga de escanearlos en el momento; luego, el mismo procede a la toma de la fotografía, que uno puede visualizar instantáneamente y pedir repetirla de ser necesario; finalmente, se firma con un lápiz digital. Generalmente, esta firma se puede repetir en varias oportunidades, hasta que el ciudadano quede conforme con el resultado, ya que, por la falta de práctica, es bastante dificultoso escribir de esa manera.
El jefe del Departamento de Identificaciones, comisario principal Saturnino Villalba, recordó que en los primeros años no se exigía presentar el certificado de nacimiento para solicitar la cédula por primera vez; esa exigencia llegó después. Antes, quien quería una cédula debía presentar una nota de solicitud al jefe policial; esa solicitud se procesaba y se concedía el documento.
Otro cambio que recordó Villalba es que en las cédulas de antes se incluía la profesión de la persona, cosa que hoy ya no figura en el carnet. También dejó de utilizarse el estado civil “separado”.
En el 2008, aproximadamente, empezó a exigirse, además del certificado de nacimiento, la copia del libro de acta de inscripción para poder comparar si esa inscripción en el Registro Civil es verdadera o no.
Ahora todo el proceso está informatizado y el sistema asigna automáticamente un número (en forma correlativa) a los que solicitan su cédula de identidad por primera vez.
En nuestro país, por año, se emiten aproximadamente 900.000 cédulas de identidad. De ellas, unas 180.000 son expedidas por primera vez y el resto corresponde a renovaciones.
Identificaciones cuenta actualmente con 74 oficinas regionales en todo el país y una oficina permanente en Buenos Aires. Pero a lo largo del 2017 se han realizado varias jornadas especiales de cedulación en el extranjero, en países como España, Brasil, EEUU, Uruguay y ciudades vecinas de la Argentina.
Dónde se conservan todos nuestros datos
Ya prácticamente todos los documentos de los ciudadanos, es decir, los legajos o prontuarios, han sido digitalizados y a ellos pueden acceder, a través del sistema informático, los distintos estamentos policiales que así lo necesiten.
Digitalización de documentos del archivo de Identificaciones. Foto: Archivo ÚH
Aun así, se conservan en el Archivo del Departamento de Identificaciones, millones de papeles de cada ciudadano paraguayo y extranjero que ha gestionado sus cédulas y/o pasaportes alguna vez.
Los papeles más antiguos están siendo sometidos actualmente a un proceso de ordenamiento y revisión, de manera a mejorar sus condiciones de conservación. Esto es algo en lo que se necesita avanzar lo antes posible, ya que a simple vista se puede notar que hay documentos que están muy deteriorados.
Desafíos para los próximos años
Persiste un porcentaje de la población que no cuenta con su documento de identidad, actualmente denominado Cédula de Identidad Civil. Especialmente, se dan casos entre la población de adultos mayores. Aunque, según el comisario Villalba, no se sabe la cifra exacta, se cree que hay cerca de 500.000 personas que todavía no tienen cédulas. La gente sin documentos no solo pertenece a zonas alejadas sino que incluso vive en los alrededores de Asunción.
Villalba aseguró que la intención de su departamento es llegar al 100% de cedulación. Se prevé que en algunos años se pueda implementar un sistema en los hospitales para que, cuando nacen los bebés, ahí mismo ya puedan ser inscriptos y cedulados, y así llegar a cero personas sin documentos. Esta es una meta que se pretende lograr para el año 2030.
Finalmente, el jefe de Identificaciones expresó su deseo de que se lleguen a valorar suficientemente los primeros documentos, para que sea posible hacer comparaciones históricas y para que queden como testimonio de cómo se producía antes la cédula y de cómo el proceso fue mejorando con el transcurrir del tiempo.
Algunas curiosidades en la historia del documento de identidad
El número de cédula se emite en forma correlativa y queda designado a usa sola persona para siempre. Aunque en la práctica se han dado casos de repetición de números de cédula– en años anteriores y debido a que el registro se hacía manualmente–, en la actualidad esto se evita, gracias a la informatización de todo el proceso.
En las primeras cédulas no figuraba el sexo (masculino, femenino), dato que ahora sí se incluye. Sin embargo, sí se incluía la profesión.
En el modelo anterior al que está vigente en la actualidad figuraban algunos datos en dos idiomas: español e inglés.
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