En los últimos días, el arte de la cetrería –casi desconocido en el país y con un solo exponente especializado en la materia– volvió a cobrar vigencia, debido a dos incidentes con aves que involucraron a dos vuelos de aerolíneas internacionales, que debieron retornar a tierra después de despegar debido a que sufrieron problemas en sus turbinas por la embestida de dos pájaros.
El médico veterinario Raúl Palacios se dedica a la cetrería desde los 12 años, cuando empezó a interesarse por este arte, y a los 16 tuvo su primer halcón. Ya de grande, decidió estudiar veterinaria y adentrarse intensamente en el fascinante mundo de las aves rapaces.
Palacios comentó que la cetrería tiene sus orígenes en la Edad Media, tiempo en que era practicada exclusivamente por la nobleza durante sus jornadas de caza. Con la aparición de las armas de fuego, este arte fue dejado de lado, pero subsistió en algunos países europeos, que lo siguen utilizando en la actualidad. En el siglo XX es introducida esta metodología en los aeropuertos, como una forma de dispersar a las aves de los centros de aeronavegación.
Palacios comenta que, ciertamente, no se trata de una modalidad de bajo costo, porque adquirir un ave rapaz, mantenerlo, entrenarlo y dotarlo de tecnología como un GPS y otros aparatos puede llegar a insumir alrededor de USD 6.000 por cada halcón u otra ave rapaz. “La importación de un halcón peregrino cuesta unos USD 2.000, que también incluye permisos y otros trámites. Contar con un buen equipo de monitoreo, un buen GPS cuesta USD 1.500 y el receptor de telemetría para seguridad insume otros 2.300 dólares. Además, se precisa de otros equipos, con lo que hay una buena inversión por cada halcón, además del tiempo que se debe dedicar a este arte”, comentó el especialista.
En los aeropuertos. De estudiante universitario, Palacios demostró con su tesis de doctorado que la cetrería era un sistema eficiente dentro de los aeropuertos para el control de las aves. De hecho, resaltó que los más importantes aeropuertos de la región, como los de Brasil, Argentina, Uruguay, Perú, Chile y Ecuador, así como terminales aéreas europeas, siguen utilizando este sistema como uno de los métodos más eficientes para ahuyentar a las aves.
“La cetrería es uno de los métodos más utilizados para ahuyentar a las aves. Es una misión constante, porque requiere ir recorriendo la pista, soltando a los halcones y gavilanes, que van atacando a sus presas y retornan. Es un trabajo constante, que lleva su tiempo y dedicación”, expresó el veterinario.
El Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi contó con el servicio de cetrería, por última vez, en 2019, y volver a prestar el servicio después de cinco años será como empezar de cero. “Lleva su tiempo, porque realmente cuando no hubo control o pasó mucho tiempo sin estar intensamente controlado pueden proliferar más aves o sus nidos, incluso. Entonces, se debe dedicar mucho tiempo para volver a ejercer un control sobre ellas, para que no obstaculicen a los aviones”, indicó Palacios.
USD 6.000 puede insumir cada ave rapaz, eficientemente equipada, para realizar el control de los pájaros en un aeropuerto.