La Comisión Permanente convocó dos veces al fiscal general del Estado, la primera vez para hablar del caso Marcelo Pecci, ya que había sido asesinado el principal testigo Francisco Luis Correa, y la segunda vez ya para hablar del escándalo de los chats del fallecido diputado Lalo Gomes.
Ninguna de las dos convocatorias resultó fructífera. La primera porque el oficialismo operó para desacreditar la legalidad de la convocatoria y luego no dio cuórum para la reunión.
En la segunda oportunidad, donde también estuvo convocado el juez denunciante del caso Osmar Legal, los invitados ya no asistieron y utilizaron argumentos similares al dictamen jurídico que el líder de la bancada de Honor Colorado en el Senado, Natalicio Chase, le pidió a la asesoría jurídica del Congreso Nacional.
Las sesiones fueron escenario de descargo de los legisladores de la oposición y la disidencia colorada, y al menos sirvieron para convocar a la Cámara de Diputados para tratar la renuncia del ahora ex diputado Orlando Arévalo, principal salpicado por el escándalo de los chats.
Evaluación. El presidente de la Comisión Permanente del Congreso, el diputado colorado cartista Miguel del Puerto, realizó una evaluación de las acciones del órgano legislativo durante el receso parlamentario, subrayando la falta de potestad para poder interpelar autoridades y la convocatoria para aceptar la renuncia de Arévalo.
Habló del descontento en la bancada de Honor Colorado por la situación que se dio, tanto con Lalo Gomes como de Orlando Arévalo.
Por otro lado, la Comisión Permanente modificó su reglamento a propuesta de Del Puerto, para poder designar secretarios general y adjunto.