Pasen y disfruten. En la cola está el veneno, y si viene cargado de verdad, o de una verdad que se está gestando, la cosa se pone más que interesante. Les invitamos a ver los entresijos de las disputas intestinas del poder vernáculo que tiene ínfulas de Juego de Tronos, la apariencia de El Padrino y la intensidad de Rosa de Lejos. Todo servido con un toque peligroso de narcocorridos.
Espejito, espejito…. La más importante institución de la democracia y el foro de la ciudadanía es el Congreso de la Nación. Por eso, llama la atención la poca calidad de la mayoría de los representantes. Pero no nos engañemos, están ahí porque fueron elegidos democráticamente e incluso con la mentada lista abierta. Entonces, hagámonos cargo: Somos responsables como sociedad de este engendro esquizofrénico. Por más que nos “rasquemos” las vestiduras en internet y los algoritmos nos den a entender que somos millones los indignados y puros ciudadanos que deseamos una democracia escandinava, la verdad es que vivimos en una sociedad prebendaria, clientelar, sometida, interesada, mediocre, cortoplacista y que piensa con el estómago y otros órganos de menor prosapia antes que con la cabeza.
No canten victoria. Qué los vivillos de turno y los sabios del descorche trasnochador no crean que tienen la vaca atada. El paraguayo lo que tiene de zalamero tiene de acomodado. El que te cantaba sentidas, endechas y desgranaba hurras altisonantes como juglar en espera de paga puede dársele vuelta y mirarte como una ex despechada a punto de clavarte la traición más vil. Lo de Payo fue una advertencia. Hubo unas cinco millones de razones verdes para parar el huracán, dicen las lenguas de doble filo y oídos bien enchufados. Sigan jodiendo dando carguitos a los pelmazos descocados que tienen como hijos y la tortilla se les puede poner negra. La corrupción persiste porque es solidaria. Cuando ella se pone exclusiva y se torna un bien exclusivo de familia, los desclasados pueden cobrarte caro. Puede que se este germinando aún que otra payada que no pueda ser parada esta vez. Como dice la vieja cumbia: El que pega se le olvida, pero el golpeado se acuerda.
Calendario atómico. El afán de mandar del paraguayo tiene que tener alguna tara sicológica bien establecida. De seguro, la ansiedad es una de ellas. Ni siquiera se arrugó el traje de la investidura de Peña y los perros ya están probando sus bandas presidenciales. Uno de ellos es Betito. Ya está practicando su discurso de reelección como presidente de la República de tan apurado que está. Colym también está con esa picazón del 2028. Si es antes, mejor.
El segundo ambicioso. El puntal pilarense también aspira a la Presidencia. No hay que descartarlo, ya que últimamente los colorados andan votando a liberales como sus presidentes; entonces, por qué no probar con un encuentrista. Quizás, la niña de sus ojos quiera algún puesto diplomático en Miami, en donde no se cometa la injusticia de quererla hacer trabajar más de diez días al mes. Aunque los malditos de siempre quieren ofrecerle una Embajada en Teherán o Pyongyang.
Paso a paso. Sin embargo, los más pichis deben hacer méritos y juntar amigos para aspirar a la lapicera Número 1. Para ello, deben ubicarse en la línea de sucesión presidencial tras el florido florero. Algunos de los muchachos ya están afilando los machetes para acceder a la presidencia del Senado. El guachin bachin es uno de los candidatos de la tercera silla presidencial. Obviamente, Betito quiere quedarse. Pero su repentino coqueteo con el pudor le restó méritos entre los colegas. Cómo se atrevió, dicen tras bambalinas, al pedir su renuncia al hijo. Derlis el travieso también está con intenciones de acceder al curul principal senatorial.
Opositores. En tanto, adivinen quien quiere seguir siendo candidato a la presidencia de la República por los contreras. Da alegría, pero no es para reírse. Pero acertaron, seguro piensa que la decimoquinta será la vencida. No pue, pariente. Pongámonos serios. No se vislumbra ningún candidato a la Presidencia que represente una alternativa al coloradismo. Ni siquiera dentro del coloradismo hay alguna alternativa al cartismo. Y dentro del cartismo tampoco se ve una alternativa a Cartes, aunque parezca una perogrullada. Bueno, es un dibujo de lo que somos. Un dibujo de un ebrio con Parkinson.
La guerra de comadronas entre halcones y palomas del cartismo está que arde. Abundan los augures de guiños y silencios.
Dan Peña. El presidente en funciones está haciendo movidas para consolidarse como tal y dejar el mote de ser un gerente del español. La lapicera Número 1 es como el anillo de Frodo (pregúntenle a Tolkien). Es una tentación que te puede hundir en el mal, aunque intentes obrar bien. Por ahora, el lapiceraman está en buen camino en una iniciativa interesante y positiva. Quiere sacar Fonacide y el almuerzo escolar a los miserables que ocupan cargos de gobernadores e intendentes y que usan este importante recurso, de la forma más hedionda, para hacer proselitismo. Hasta ahora es un asqueroso comedero de plata y las autoridades regionales y locales no quieren perder esos recursos, pues son sus únicos métodos de hacer política. Aparte de corruptos son de pocas luces. Por el momento, El Presi está perdiendo. Los intendentes y gobernadores están más aferrados a estos fondos que la hija de Adorno a un sándwich de milanesa.
Fuego amigo. El poder absoluto estupidiza absolutamente. Los correlí, envalentonados por la mayoría mbareté que tienen, se están pasando de la raya. Los proyectos de ley aprobados como servihá del réprobo y el abuso de los recursos públicos para ubicar a la parentela están fastidiando a los aliados. Hay un grupo cartista que pide un poco de sentido común y, otros que quieren vender hasta las joyas de la abuela. Seguiremos informando...