La presión obligó además a Santiago Peña a hacer pública ayer la promulgación de la Ley N° 7390 que aprueba el memorando de entendimiento sobre la cooperación bilateral entre Paraguay y Taiwán. El valor de este acuerdo es de USD 150 millones no reembolsables, ejecutables en el periodo 2023-2028, a través de la Embajada taiwanesa, que Taipéi entrega para materiales, equipos y servicios.
El Gobierno de Xi Jinping ya había anunciado fuera de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) que sería más duro en lo referente al Taiwán, como su línea roja. Incluso le hizo una advertencia a Joe Biden de que no aceptaría desafíos al respecto, y esta presión comenzó a sentirse en América Latina, sobre todo en Paraguay.
La carga recae en Peña principalmente, ya que la intención de un acuerdo con China une a todos los países del Mercosur, que hoy realiza una cumbre en Montevideo, donde estará el presidente, y la única traba es Paraguay, por su alineamiento a Estados Unidos.
La cooperación taiwanesa promulgada por Peña contempla el compromiso de que ambos gobiernos impulsarán la modernización de las industrias paraguayas, las tecnologías de la información y comunicación (TIC), abarcando áreas como el desarrollo digital, ciberseguridad, semiconductores, textiles, movilidades eléctricas, entre otras. Se deberán elaborar proyectos sobre seguridad y defensa, salud pública, viviendas sociales, educación, ciencia y tecnología, seguridad en la información y comunicación, industrias visionarias de alta tecnología.
El Congreso dio sanción al acuerdo bilateral el 12 de noviembre, y la promulgación fue el 4 de diciembre.
En la última cumbre del Mercosur, realizada en Asunción, ya hubo reclamos contra Paraguay por su resistencia a negociar con China. El presidente Luis Lacalle Pou, de Uruguay, pidió poder hacer acuerdos de forma unilateral. Se sumó Javier Milei. Pero para Peña, la regla es “nada fuera del Mercosur”.