Ante nuestra consulta, el criminólogo Juan Martens mencionó que todo tiene que ver con la “escasísima preparación” que tienen los agentes de la Policía Nacional.
“Se trata de algo estructural y que en realidad la corrupción y esta falta de formación le beneficia a algunos grandes comandantes, comisarios y directores”, refirió.
Acotó que es la forma en que garantizan que se les entregue semanalmente o mensualmente una suma de dinero.
El mismo había mencionado que en la Policía existe un variado sistema de recaudación, exigida desde las propias jefaturas.
“Para ser director de cualquier Departamento, se exige el envío semanal o mensual de dinero a Asunción a otros jefes que están por encima de uno y así sucesivamente, de lugares donde se puedan recaudar,” detalló.
A propósito indicó que mientras no tengamos una gran reforma policial, que pase por integridad, control, asuntos internos “vamos a tener que acostumbrarnos cada vez más a la corrupción, a la extorsión. Al involucramiento policial en cuestiones delictivas”.
Con relación a los suboficiales egresados recientemente que carecen de armas reglamentarias para el combate a la criminalidad, indicó que a la mayoría no se les entregó armas y eso afecta hasta el punto en que se asustan durante un asalto.
“Es que no están preparados para estar en la calle, porque no es culpa de ellos. Es que no fueron entrenados, la institución no les dio las condiciones para que puedan enfrentar eficazmente esas situaciones de estrés y esas situaciones donde tienen que actuar con rapidez”, detalló Martens.
También manifestó que los suboficiales tuvieron que pagar por sus balas, en algunos casos ni cinco disparos no llegaron a hacer, porque no habían condiciones para las prácticas.
Narcos. Ya en otra entrevista Martens Molas, refirió que “el sistema policial es uno de los que más está al servicio del crimen organizado, en todos los niveles” incluso el narcotráfico.
El abogado había mencionado que se registraron casos de policías que eran cocineros de narcotraficantes y que también ofrecían informaciones o servicios al mejor postor.
“Entonces, con un poco de dinero se puede hacer que efectivos de la Policía Nacional, cometan los más variados delitos”, apuntó.
Hechos. Uno de los episodios que resonaron en la última semana es el que involucra al suboficial Milciades López Romero, ex subjefe del Grupo Especial de Operaciones (GEO) en Ypejhú.
El mismo había viajado a Cartagena, Colombia, con miembros del Clan Alderete.
Volvió al país el 4 de enero, pero no fue detenido y apenas se le abrió un sumario.
Otro hecho fue la detención de los tres policías que prestaban servicio al crimen organizado, que fueron sorprendidos cuando trasladaban 286 kg. de marihuana en un puerto clandestino, ubicado en el Departamento de Canindeyú. Los tres uniformados detenidos cumplían funciones en la Subcomisaría 5ª de Guadalupe.
Extorsión. Tres agentes de la Policía Nacional fueron denunciados por un supuesto pedido de G. 20 millones, durante un apriete a una pareja que circulaba a bordo de un automóvil en Asunción.
Los mismos son el suboficial David Gines, el suboficial inspector Derlis Torres y el suboficial ayudante Alexander Benítez, todos se encuentran sumariados.
Los agentes indicaron que tuvieron un pequeño roce con el vehículo de la pareja.
Un agente de la Policía Nacional, el martes pasado, quedó congelado ante un asaltante que salía de realizar su golpe en una estación de servicios, en Luque. En imágenes de circuito cerrado se ve cómo el asaltante, tras lograr su cometido, salió tranquilamente con un arma de fuego en la mano. Al día siguiente, fue detenido Ángel Caballero León (28), sospechoso del asalto perpetrado en la estación de servicio del barrio Mora Cué, que fue captado por cámaras de seguridad del comercio.