El descalabro económico de Brasil es un problema para Paraguay, y el primer sector que acusó el golpe desde hace un par de años fue el del comercio fronterizo, repercutiendo en la importación bajo el régimen de turismo, que cayó 9% a febrero, en tanto que las reexportaciones cedieron 7,6%, según cifras oficiales. Sin embargo, otros sectores como la industria de la maquila y algunos rubros agrícolas ya están sintiendo los embates de la crisis brasileña.
“La desaceleración del PIB de Brasil genera un problema de demanda y va a tener varios impactos. No es solamente de demanda local de Brasil y demanda internacional de ciertos productos, se está trasladando hacia las empresas maquiladoras”, sostuvo el economista Manuel Ferreira.
El ex ministro de Hacienda sostuvo que el Gobierno debe tomar medidas mitigantes como generar un gasto público en inversiones, donde aún se observa una débil gestión del Estado en desarrollar la actividad económica compensatoria, aseveró.
Lamentó que el Gobierno no tenga la capacidad de controlar el ingreso ilegal de mercaderías, que con la reducción del costo de los productos de consumo masivo en el vecino país, podría verse aún más alentado.
El menor ingreso de los consumidores brasileños, debido a la debilidad del real y también al menor dinamismo del empleo y a la mayor carga de la deuda que están enfrentando, no estimula la demanda de bienes, refirió el economista César Barreto.
Ignacio Ibarra, CEO de Fujikura, reconoció que situaciones de crisis como las del Brasil siempre afectan, pero la producción de la firma en Paraguay se mantiene e incluso la tendencia es de crecimiento, porque han conseguido nuevos pedidos. “Puedo declarar que nosotros hoy estamos ajustados para los volúmenes que tenemos; si bajan los volúmenes, nos tenemos que ajustar”, señaló.
Por su parte, Andrés Gwynn, presidente de la Cámara Paraguaya de Empresas Maquiladoras y representante de maquiladoras de autopartes como THN, Sumitomo y Leoni, aclaró que las compañías con las que opera no han tenido cancelación de pedidos ni reducción de personal o carga horaria laboral. No obstante, reconoció que los sectores que sufren ante un escenario adverso son los de bienes durables.
Los representantes del rubro sostienen que hay preocupación en cuanto al dólar, pero al ser inversiones a largo plazo, consideran un error tomar decisiones basadas en fluctuaciones en el tipo de cambio.
AGRO. En lo que respecta al sector agropecuario, Ferreira Brusquetti minimizó el impacto que se podría registrar en rubros como el arroz o ciertos cortes de carne que se exportan a São Paulo, considerando que en este caso el poder adquisitivo de los paulistas es muy elevado; aunque dijo que no se deben descartar menores precios.
Héctor Ramírez, de la Consultora Arrozal, indicó que la devaluación del real es una de las grandes dificultades que están teniendo para la comercialización del arroz en Brasil, donde se envía el 85% del cereal. “Los precios bajaron mucho, lo que tranca la comercialización. Los precios están debajo de los límites que uno puede negociar para generar rentabilidad en el cultivo”, comentó. Apuntó que si bien el real venía desvalorizándose, estos últimos tiempos se fue agravando.