Todo se encuentra encaminado para que el Congreso Nacional se encargue de legislar a favor de que la danza de la botella sea declarada patrimonio de la República del Paraguay.
Esta iniciativa de poner el sello nacional a este baile muy apreciado en otras naciones del mundo surgió a partir de una minuta elaboraba por el concejal Ireneo Román, para lo cual se precisa remitir los antecedentes al Poder Legislativo, de manera que la propuesta se convierta en ley.
Precisamente, la Junta Municipal de Asunción aprobó el dictamen por el cual se resuelve enviar el documento al Parlamento con vistas a su tratamiento.
“No queremos que pase lo mismo que con el tereré, que los brasileños lo declararon patrimonio suyo. Proponemos que desde el Congreso se haga una ley que se constituya en defensa absoluta e integral de esta danza que es auténticamente paraguaya”, resaltó.
Agregó que “en esto nadie nos gana. Lo de la danza de la botella ni han intentado ponerla como parte de espectáculos en otros países. Solamente las valientes mujeres paraguayas convirtieron este arte en un símbolo de nuestro país. Y es eso lo que se debe asegurar a través de una ley y no solo de una ordenanza”.
Sostuvo además que le ganó la idea de que este baile que se observa en fiestas patronales, festivales folclóricos o de instituciones educativas jamás sea patentado por otro país de la región.
APROBACIÓN. En otro momento, el edil capitalino señaló que para cuando el presidente del Legislativo comunal, concejal Nenecho Rodríguez, remita oficialmente la nota al Congreso, ya tiene conversado sobre este tema y su tratamiento con varios legis-ladores, quienes incluso adelantaron su voto favorable.
“He conversado con varios legisladores que consideran que esto es de suma importancia para la cultura de nuestro país. Todo va por buen camino. No creo que haya un solo paraguayo que se pueda oponer a que la danza de la botella sea un patrimonio de nuestro país”, acotó.
Puntualizó que no cree que alguna mujer de otra nación pueda tener tanta habilidad para alzar sobre la cabeza hasta 12 botellas y equilibrarse como lo hacen las paraguayas “con toda su hermosura y su gracia”.