El libro lleva a cabo una extensa labor de documentación a partir de las notas que Reichholf lleva elaborando y recopilando acerca de estos insectos desde 1958, aunque no solo incluye anotaciones sobre lepidópteros.
Este biólogo evolutivo y ecologista ha estudiado con dedicación “desde pequeño” los diferentes animales, plantas y paisajes que conforman los ecosistemas de su Alemania natal, pero también los de otros lugares.
En el caso de las mariposas, sin embargo, califica esta investigación como “una tarea triste” debido a “la gran pérdida” tanto en cuanto a volumen de individuos como al de subespecies que progresivamente se están produciendo, como afirma haber podido “comprobar de primera mano”.
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En su juventud, ha asegurado “fui testigo de una naturaleza más rica, llena de mariposas, con pájaros cantando todo el verano y flores de todos los colores que salpicaban los prados”, pero esa imagen bucólica ha ido perdiendo brillo con el paso de los años y el impacto humano sobre el medioambiente.
Por ello, considera “más necesario que nunca” alertar sobre el futuro de estos insectos, al asegurar que si las generaciones jóvenes afrontan la situación actual y toman medidas al respecto, los cambios y pérdidas venideros “reducirán su gravedad”.
En este sentido, ‘La desaparición de las mariposas’ supone una llamada de atención que pretende “aumentar el interés y promover acciones para la conservación de este insecto infravalorado”.
Reichholf afirma que “salvo cuando hay de por medio factores económicos, como en el caso de las abejas”, muchos insectos son de hecho infravalorados pero, en lo que respecta a las mariposas, existen “intereses económicos, ecológicos y estéticos” para exigir un mayor respeto hacia ellas.
Entre las medidas por las cuales clama, figuran las relacionadas con la limitación del calentamiento global, algo que hay que hacer “de inmediato” aunque se trate de “una tarea a largo plazo”.
No obstante, “nos encontramos demasiado lejos de lograr ni siquiera esos cambios iniciales”, ha lamentado, puesto que “muchas veces se decide sin consentimiento público, por el privilegio que ciertas agrupaciones disfrutan” y que permiten obtener beneficios a “pequeños grupos” de poder mientras el resto de ciudadanos “soporta las cargas a la contaminación, los daños en la naturaleza y la pérdida de la calidad de vida”.
A juicio de este biólogo, el uso intensivo e industrial de la ganadería y la agricultura es el principal culpable de la disminución general de las mariposas, ya que “la sobrefertilización o eutrofización reduce la variedad de las plantas alimenticias” y además “los efectos empeoran por la enorme cantidad de pesticidas aplicados”.
Reichholf acusa directamente a la política agrícola de la UE de favorecer esta producción masiva “en lugar de primar la calidad y mejores prácticas ambientales”, lo que ha conducido a “la destrucción de la mayor parte de las estructuras ecológicas en el paisaje y su sustitución por campos homogéneos de cultivos”.
Por ello cree que “sólo donde las condiciones naturales se opongan a una fácil homogeneización quedará algo más de naturaleza” y en ese sentido ha asegurado confiar más en países como España, donde la conservación de la biodiversidad “se hará mejor de lo que se ha hecho en Alemania”.
Josef H.Reichholf fue director del departamento de vertebrados de la Colección Zoológica Estatal de Munich y profesor de Ecología y Conservación de la Naturaleza en la Universidad Técnica de dicha ciudad.