24 nov. 2024

La deuda pública y el contexto internacional

En los próximos años se vienen importantes vencimientos de la deuda que se agregan al pago de los servicios de las mismas. Dado que no existen planes gubernamentales de recaudar más para pagar los compromisos contraídos, no les quedará otra opción a las autoridades económicas que refinanciar, es decir, contratar más deuda. Además de considerar la vulnerabilidad que ya presentan nuestras finanzas públicas, es necesario tener en cuenta el contexto internacional así como las decisiones de política monetaria que se tomen en ese país.

Dos semanas atrás, las autoridades de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) señalaron que si bien no subirían la tasa de interés, se mantendría alta por un tiempo más largo que el previsto, extendiéndose al menos hasta 2026, buscando llegar a la meta de inflación del 2%. El rango actual de las tasas de interés se ubica entre 5,25%-5,50%, el más alto en 22 años.

La resistencia a la baja de la inflación junto con el crecimiento económico de ese país hacen más difícil reducir las tasas de interés. Reducir la inflación requiere un crecimiento por debajo de la tendencia actual. La coyuntura además se complica con el repunte de los precios energéticos debido a los recortes de producción establecidos por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia, lo que presiona al nivel general de los precios.

Para Paraguay, esto significa que el costo de financiarse en dólares se mantendrá alto, por lo que cualquier refinanciación de la deuda tiene que ser objeto de un detallado análisis no solo de la situación presente sino de las proyecciones.

Paraguay no solo tiene que saldar la deuda externa sino también la enorme deuda social con su ciudadanía, cuya situación muestra un deterioro desde hace varios años, profundizada por la pandemia, por lo que requiere recursos para financiar las políticas públicas.

Los efectos de la política monetaria implementada por la FED no se trasladan solo al costo de la deuda sino que tiene muchas vías de transmisión a la economía paraguaya. Las altas tasas de interés incentivan el traslado de los capitales hacia ese país presionando al tipo de cambio con la consecuente devaluación y reduciendo la inversión extranjera. El efecto contractivo de la política monetaria norteamericana conlleva un menor consumo de materias primas, afectando a las exportaciones nacionales destinadas a dicho país.

Todos estos factores presionan a un aumento de la deuda y con ello a un deterioro de los indicadores macro, aumentando las vulnerabilidades internas y trasladándose a los indicadores de riesgo país.

Estamos ante una situación sumamente compleja tanto macroeconómica como microeconómica, ya que los hogares sienten desde hace años el deterioro de los ingresos, la falta de acceso a servicios de salud, la mala calidad de la educación, el aumento de los precios y del endeudamiento privado.

Los costos de un manejo inadecuado de la deuda han llevado a los países latinoamericanos a resultados desastrosos en la calidad de vida de la población. En la actualidad, países como Sri Lanka, Ghana o Pakistán se encuentran en una situación sumamente grave, repitiendo historias pasadas ya conocidas.

Las finanzas nacionales se encuentran en riesgo porque gobiernos anteriores han apelado a la solución fácil de endeudarnos y una década después no se observan cambios significativos en la estructura o diversificación económica, la resiliencia al cambio climático, el mercado laboral o la infraestructura social. Mientras la deuda aumentó casi 5 veces, el producto interno bruto (PIB) apenas aumentó 32%, lo que significó que la proporción deuda/PIB se haya casi cuadruplicado.

Las autoridades económicas deben ser capaces de garantizar la sostenibilidad de la deuda sin perjudicar los necesarios avances en las condiciones de vida ni trasladar la responsabilidad del repago hacia las generaciones futuras, quienes deberán enfrentar la agudización del cambio climático sin haberse beneficiado con los recursos de la deuda. En estos 10 años no han aumentado las capacidades y oportunidades de la niñez y adolescencia, quienes serán los responsables finales de pagar la deuda tal como se está planteando la política de endeudamiento.

Más contenido de esta sección
Un proyecto que buscaba modificar el Código Penal para evitar que los casos de corrupción prescriban en la Justicia fue rechazado por los diputados y enviado al archivo. Se buscaba endurecer las penas, ampliar el universo de tipos penales, extender plazos para la prescripción y endurecer criterios de medición de la pena para delitos de corrupción pública y privada, con énfasis en la corrupción cometida por funcionarios públicos. El rechazo de esta propuesta parece una verdadera declaración de intenciones.
Mientras el ex diputado colorado Juan Carlos Ozorio opera para obtener una medida sustitutiva a la prisión, la Cooperativa San Cristóbal, de la que fue presidente, siente las devastadoras consecuencias de haber sido una entidad a través de la cual, presuntamente, se puso en circulación el dinero proveniente del tráfico ilegal de drogas. Perdió la confianza y a miles de socios. Es un ejemplo de lo que les sucede a las instituciones cuando falta fiscalización. Si no mejoran los controles, este caso se volverá a repetir, con los mismos funestos resultados.
El hecho de que la mayoría oficialista del senado haya retrocedido en la barbaridad cometida cuando devolvió fueros a senadores previamente desaforados que están siendo investigados por la Fiscalía, puede verse como que enmendaron un error. Sin embargo, una acción que significó el atropello a la Constitución Nacional no debe quedar impune. Los 23 senadores que votaron por devolverle los fueros a Erico Galeano, Hernán Rivas y Rafael Filizzola, deben ser investigados, pues en un estado de derecho nadie está por encima de la ley.
Hace unos días, fue intervenida una estancia en Fuerte Olimpo, Alto Paraguay, y en el lugar fueron detenidas diez personas de cuyo poder incautaron fusiles AR47 y una avioneta Cessna, además descubrieron una pista clandestina que habría pertenecido a la estructura liderada por el supuesto narcotraficante uruguayo Sebastián Marset y al presunto líder de tráfico de drogas, Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico. Resulta insostenible la falta de control del espacio aéreo nacional, ante la impasividad o complicidad de las autoridades.
Aproximadamente, unos 1.300.000 niños y adolescentes paraguayos retornaron a clases en los establecimientos educativos públicos hace unos días, y el escenario que hallaron muchos de ellos ha sido el de una infraestructura deficiente y precariedades. A pesar de que la Constitución Nacional consagra el derecho a la educación, frente a la realidad a la que asistimos, parecen apenas palabras vacías de significado debido a la ceguera de nuestros líderes políticos para anteponer los intereses de la mayoría y apostar por el presente y el futuro del país.
El acceso de los niños a alimentos adecuados y saludables es esencial para garantizar su bienestar físico, intelectual y social. Los programas de alimentación escolar han formado parte de la política educativa desde hace más de un siglo y permanecen en la actualidad, independientemente del nivel de desarrollo de los países y de los ingresos de los hogares. Pero en todos los países el programa se ha planteado de manera integral y tiene alto consenso social. Paraguay no puede ser una excepción. Los cambios planteados solo generaron conflictividad, a la vez de que no garantizarán mejoras sustanciales.