Uno de los sectores más afectados por la pandemia del coronavirus en Paraguay fue el artístico, que tuvo que suspender funciones, reprogramar conciertos y en muchos casos vender hasta instrumentos para aguantar las restricciones del gobierno de Mario Abdo Benítez y la falta de shows.
La situación del Covid-19 se suma a otros hechos históricos, como la falta de seguros médicos o jubilación, además de la falta de apoyo, los costos económicos y una industria musical en desarrollo que no apuesta por el crecimiento de los artistas emergentes.
La artista independiente Sol Gómez, quien reside en Asunción, relató a Última Hora que afortunadamente pudo estudiar clases de guitarra y canto en su niñez, pero reconoció que no todos tienen las mismas posibilidades.
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Sol comentó que empezó su carrera en el 2012, a los 14 años, cuando acudía a tocar en locales de Villamorra y otras zonas de Asunción donde cantaba covers.
“Lo difícil en esa época era que había locales que no me querían pagar, me decían que ellos me estaban haciendo un favor a mí por tocar en ese local, a veces me pagaban con consumición”, recordó.
En ese sentido, dijo que eso la desmotivó y dejó de hacer conciertos para enfocarse en producir sus canciones y también exigir eso que sentía que le correspondía por actuar.
“Cuando un artista empieza a aceptar conciertos donde no le pagan, perjudica también a otros artistas”, remarcó.
Para el 2018, relató que ya tenía sus canciones propias y que de los 40 locales a los que contactó, 14 respondieron y solo tres le agendaron un concierto.
Impedimentos económicos y cuestión de género
Sol explicó que conoció a otras colegas que peleaban también para que existan más espacios para mujeres artistas y que en general hay varios impedimentos, como el económico, ya sea para aprender o comprar instrumentos, como también el de género, ya que en los festivales grandes hay casi un 100% de hombres en los escenarios.
“En mi experiencia noté esa distinción en el trato que había hacia mí por ser mujer en el escenario, las cosas que sí puedo decir, cómo me tengo que vestir y estar maquillada”, señaló, a la vez de mencionar que también existen diferencias en los pagos.
“Este año pude empezar a lanzar mis primeros materiales, tanto audio como audiovisual de mi canción Telón, que sale en un 90% gracias al apoyo de mujeres. Es súper difícil grabar algo, solamente audio luego y más otra vez audiovisual. El audiovisual pude lanzarlo gracias al proyecto de Sorora Film, que nace del festival para potenciar el arte femenino acá en Paraguay”, destacó la artista.
Finalmente, criticó lo complicado y protocolar que es el proceso de registrar canciones ante la Dirección Nacional de Propiedad Intelectual (Dinapi), “para lo poco que se nos paga por hacer sonar nuestras músicas en los medios, cuando casi ni nos ponen, la falta de apoyo a espacios culturales y a artistas independientes y por último la cultura de querer escuchar “covers” o música de afuera y de no querer pagar por entradas”.
El cantautor Dani Rodríguez
El cantautor Dani Rodríguez relata que a los ocho años ya empezó a tomarle cariño a la guitarra, ya que su padre es también músico, pero que varios años después, en el 2013, subió por primera vez a un escenario y desde ese momento empezó a perder el miedo, para en el 2017 ya recorrer más bares y restaurantes.
También señala que en un comienzo la dificultad que tuvo fue la falta de espacios, pero que hoy en día hay mayor demanda por música en vivo.
“Siempre me ponía excusas, era capaz un poco el miedo”, explica, pero revela que tras su segunda canción Qué dices cumplió un sueño que tenía y fue recibiendo el apoyo de la gente.
Producir en pandemia
Sobre la producción de sus canciones, reconoce que no tiene el conocimiento profesional para abaratar costos y que debe pagar por muchas cosas, ya sea de producción o masterización, pero que todo eso varía mucho dependiendo del estudio y los años que están en el mercado.
“Con esta pandemia cuesta seguir costeando la producción de nuevos temas y confío que va a mejorar esta situación y el escenario en cuanto a música va a estar abierto y con menos restricciones”, manifiesta.
Rodríguez destaca que el ambiente de la música está mejorando y que uno ya puede promocionar sus canciones en los bares, como también existen más talentos emergentes. “Podría haber más apoyo, claro que sí", remarca.
At Sacrament desde Alto Paraná
Rodrigo Martínez, cantante de la banda de Metal At Sacrament, que ha recibido reseñas y menciones en medios internacionales, como también un reconocimiento en los premios The Dark Melody Awards, posicionándola en el puesto 30 entre los mejores discos latinos del 2020, relató lo difícil que es posicionarse para ser visto o escuchado en el país, independientemente del género.
“Hoy estamos emocionados como banda paraguaya por aparecer en diversas reseñas, radios y programas internacionales de países como Rusia, Suiza, Suecia, Reino Unido, Alemania, Argentina, España, Honduras y Estados Unidos”, expresó al mencionar el EP debut A New Dawn que lanzaron.
“A New Dawn hace referencia a la libertad de pensamientos y decisiones siempre y cuando eso no pueda perjudicar a nadie más, en síntesis, volver a la mejor etapa del Rock y Metal de la Rebeldía”, destacó con respecto a su último material.
Martínez mencionó que en sus principios la banda, que cambió de nombre, era muy nueva y sin experiencia, sumándole la falta de apoyo que se notaba por la escena del rock mismo hace varios años atrás.
Asimismo, afirmó que no existe una industria musical en el país o es muy pobre, por lo que el artista debe pasar muchas penurias para poder llegar a ser escuchado o visto.
“Al no contar con una industria musical que te pueda orientar o te pueda guiar, uno acude a los amigos más cercanos para poder lanzar algún material digital o físico”, agregó.
Falta de conciertos
El cantante detalló que en Ciudad del Este tuvieron la iniciativa con otra banda llamada Tauh de juntar a todos los grupos de la zona para crear una asociación de bandas independientes y poder autogestionar conciertos y festivales, sin importar el género, para que cada uno lleve su público.
“De esta fusión entre bandas nació el primer festival llamado Urutau Rock Fest, que tiene por idea y trabajo posicionarse en Ciudad del este con dos festivales al año y dando así un lugar para los músicos que están emergiendo con talentos increíbles”, manifiesta.
At Sacrament se formó a principios de 2020 por Nicolás Peralta (guitarra), Renato Zandonai (batería), Alexis Martínez (voz), Fabián Giménez (guitarra) y Wilson Paniagua (bajo).
Perspectiva desde la producción
El productor y guitarrista de la reconocida Banda Paiko, Rodrigo Ferreiro, conocido como Afi, quien cuenta con más de 15 años de trayectoria, expresó que Paraguay es un país pequeño con poca población, por lo que existe un techo bajo y tampoco forma parte del mercado internacional. “Solo que yo veo eso como una oportunidad de ser el país sorpresa, la novedad “, señaló optimista.
En ese sentido, sostuvo que la industria, si bien avanzó a pasos gigantes en los últimos años, sigue en desarrollo.
“Talento sobra”
Afi indicó que el talento sobra en Paraguay y que lo que ve mucho es que los artistas desde que arrancan ya buscan la fama y el dinero, lo que les lleva a frustraciones rápidas y música de mala calidad y sin contenido.
También dijo que se trata justamente de ir probando puertas para ver cuáles se abren y adónde lo llevan a uno.
¿Qué falta en Paraguay para hacer crecer el arte?
Ferreiro consideró que en este país falta amor propio y una industria con ganas de sumar en lo colectivo, así como crear una identidad.
Indicó que varias bandas están hace tiempo poniendo un pie en el exterior, tratando de descifrar la pregunta de por qué no hay aún una trascendencia fuerte hacia los mercados internacionales.
“Solo estoy convencido que cuando ocurra seremos aire fresco para el mercado”, afirmó.
Finalmente, señaló que el éxito es relativo a lo que uno persiga, ya sea dinero, ser feliz, fama o desarrollarse como persona. “El que no esté dispuesto a perder mucho dinero debe dedicarse a otra cosa”, alegó.
El streaming y cómo ayuda a los artistas independientes
Lucas Toriño, mánager de Villagrán Bolaños y creador de Planea Música, plataforma de soporte de artistas musicales y sello de distribución digital, explicó que el consumo de música y video a través del streaming ha marcado ya desde hace años cambios radicales y constantes en el consumo de los contenidos, lo que pone cualquier propuesta artística hoy día en el radar de la audiencia mundial. “Esto es recién el comienzo”, sostuvo.
Para Toriño, es importante realizar un buen trabajo de promoción en los lanzamientos, utilizando todas las herramientas que las plataformas ponen a disposición para obtener mayor visibilidad.
De igual manera, afirmó que no se debe dejar de comunicar a través de los medios tradicionales, en tanto que por la frecuencia y constante flujo de contenidos, lo importante es que un proyecto musical se mantenga vigente, si no la audiencia se dispersa entre tantos otros artistas. “Obvio que es fundamental contar con buenas composiciones”, remarcó.
Mercados internacionales
El director de Planea cree que falta unión, ya que hay mucho individualismo y esa postura no lleva a nadie a ningún puerto.
“Hay que trabajar como industria musical del Paraguay y no solamente pensando en el negocio de uno. Aun así, al menos proyectos que han llegado a Planea Música con el objetivo de trabajar estrategias de internacionalización, entre otros, han tenido muy buena visibilidad en el exterior”, finalizó.
Lucas Toriño produjo shows en Paraguay de artistas internacionales como Bersuit Vergarabat y Kevin Johansen, entre otros.