19 abr. 2025

La Elizabeth Taylor más íntima: no tenía los ojos violeta y le dieron un Oscar por pena

Elizabeth Taylor creía que su primer Óscar, por Butterfield 8 (1961), se lo dieron por pena, aseguraba que sus ojos no eran color violeta y reconocía sin ambages su obsesión por Richard Burton. Todo ello en un documental que se estrena este domingo en MAX, basado en una larga y perdida entrevista de 1964.

La Elizabeth Taylor más íntima: no tenía los ojos violeta y le dieron un Óscar por pena

La actriz estadounidense Elizabeth Taylor junto al actor estadounidense Richard Burton en una imagen cedida por HBO. Recibió su primer Óscar, por Butterfield 8 (1961).

Foto: HBO/EFE.

Con una voz dulce y sin rehuir ninguna pregunta, la actriz dio una entrevista al periodista Richard Meryman que se desarrolló en varios días y que tenía una duración de más de 40 horas que se resumieron para este documental, dirigido por Nanette Burstein, que además utiliza muchos videos y fotografías de la vida privada de la protagonista de Giant.

A lo largo de la charla, Taylor desgrana su vida desde su llegada a California desde su Inglaterra natal y su descubrimiento del mundo del cine hasta ese 1964 en el que tenía 32 años, ya había ganado un Óscar y estaba recién casada con Richard Burton, su quinto marido.

Te puede interesar: Elizabeth Taylor, a diez años de la ida de una reina

Unas cintas de audio que permanecieron perdidas durante décadas y un material que Meryman pretendía utilizar para escribir un libro sobre la actriz, que nunca llegó a hacer.

Elizabeth Taylor, The Lost Tapes, que cuenta con J.J. Abrams entre los productores, traza un retrato de Taylor muy alejado de la imagen pública que proyectaba como estrella mundial y por una vida personal jalonada de maridos.

“Tal vez por mi vida personal sugiero una imagen ilícita, pero no soy ilícita, tampoco inmoral. He cometido errores y he pagado por ellos, aunque nunca es suficiente. Sé que nunca seré capaz de saldar esa deuda”, comienza la actriz.

Entonces atravesaba un momento de felicidad junto a Burton, al que había conocido durante el segundo rodaje de Cleopatra (1963), que se había interrumpido dos años antes debido a que ella enfermó de neumonía y hasta tuvieron que hacerle una traqueotomía para salvarle la vida y que pudiera respirar.

Precisamente, Taylor estaba convencida de que su primer Óscar se lo dieron por la pena que produjeron en Hollywood sus problemas de salud y la cicatriz que desde entonces adornó su cuello. Porque, en sus propias palabras, Butterfield 8, era una cinta “horrible”. “Debieron sentir pena por mí porque creo que la película es vergonzosa”.

No se mostraba nada condescendiente consigo misma la actriz, como relata desde sus inicios en películas como Lassie Come Home (1943), en la que conoció a uno de sus grandes amigos, Roddy McDowall, cuando ambos eran adolescentes.

Taylor y sus maridos

McDowall y James Dean fueron los amigos que le ayudaron a superar sus fracasos matrimoniales y a partir de Giant (1956), Rock Hudson se convirtió en otro de sus grandes apoyos.

Con ellos olvidaba sus temores porque no la tomaran en serio como actriz —señala especialmente los problemas que tuvo con George Stevens durante el rodaje de Giant— y su inestabilidad personal, que se solucionó con su tercer marido, Mike Todd, aunque la felicidad le duró apenas un par de años, ya que el productor falleció en un accidente aéreo.

Superó su muerte con Eddie Fisher, que era el marido de una de sus mejores amigas, Debbie Reynolds —"nunca le quise”, reconoce la actriz—, aunque la verdadera pasión la encontró con Burton, con el que se casó dos veces, una relación vivida de cerca por el gran público.

Y más allá de sus maridos, la actriz habla de sus sentimientos, de sus frustraciones, de su relación con sus hijos o de lo poco valorada que se sentía en Hollywood. Criticaban sus elecciones, como cuando todos le aconsejaron no participar en De repente, el último verano (1960) por tratar sobre la homosexualidad. “Si hubiera sido más ambiciosa con mi carrera, hubiera hecho Ben-Hur”, asegura.

Pese a todo, consiguió un segundo Óscar por Who’s Afraid of Virginia Woolf? (1966).

También cuenta curiosidades como que sus ojos nunca fueron violetas —"fue una licencia poética de un periodista"—, sino azul oscuros, y que le gustaba el sexo aunque no se consideraba un símbolo sexual.

El documental se completa con unas imágenes de los últimos años de vida de la actriz y de cómo se volcó a recaudar dinero para investigar el sida tras la muerte de su amigo Hudson.

Fuente: EFE.

Más contenido de esta sección
Jennifer Lopez, Uma Thurman y Hugh Jackman se sumaron a la noche de “estrellas” que fue el estreno de la obra Good Night, and Good Luck, el debut del actor George Clooney en las tablas de Broadway en Nueva York.
El actor y humorista británico Russell Brand, intérprete en películas como Get him to the Greek (2010) y ex esposo de la cantante estadounidense Katy Perry, fue acusado este viernes de varios delitos de violación y agresión sexual contra cuatro mujeres en el Reino Unido.
Hace 25 años que Blacksad revolucionó el mundo del cómic para convertirse de inmediato en un éxito absoluto de crítica y público. Una novela negra clásica estilo Disney para adultos protagonizada por un gato detective, traducida a cerca de 30 idiomas, con millones de copias vendidas y premiada en todo el mundo.
La producción de la nueva película de James Bond ya empezó en Londres y será un “nuevo capítulo fresco y exótico”, según anunciaron ejecutivos de Amazon MGM, los estudios que en febrero se hicieron con el “control creativo” de la saga cinematográfica del Agente 007.
El cantautor colombiano Carlos Vives fue nombrado como Leyenda de Nuestra Tierra 2025 en reconocimiento a sus más de tres décadas de trayectoria musical y su indeleble aporte a la música hecha en Colombia, informó este miércoles la organización Premios Nuestra Tierra.